Aphaenogaster
Aphaenogaster
De www.hormigas.org:
Estas homigas nidifican siempre en el suelo. Sus nidos suelen estar provistos de un gran número de entradas en un espacio relativamente pequeño. Las entradas pueden estar o no cubiertas de piedrecillas u otros objetos, y en caso de estar excavado en arena o terreno blando, presentan forma de embudo que llega a tener 4 cm de diámetro y 30 cm de profundidad, rodeadas de volcanes de desperdicios. En Australia en ciertos lugares como campos de golf, pastos, etc, llegan a ser un serio problema, ya que socavan el terreno haciéndolo inestable. En terrenos duros las entradas son mucho menores, con pequeñas barreras de desperdicio rodeándola.
No son agresivas, pero en caso de ser molestadas saldrán unas pocas obreras a defender el nido. No suelen abandonar el nido en grandes cantidades, y forrajean siempre en las proximidades. Hacen pacer a sus áfidos sobre raices, y es muy posible que las entradas al nido en forma de embudo sirvan de trampa a otros artrópodos. Estas dos fuentes de alimento explicarían la poca necesidad de forrajeo de estas especies.
El número de individuos por nido es muy variable, siendo habitual una población del orden de varios cientos. Como en otros géneros, las obreras ponen huevos tróficos con los que alimentan a las larvas o la reina. Éstos suelen diferir de los de la reina en ser más flácidos y sin ADN detectable. Las larvas son alimentadas también con artrópodos. En el caso de que la presa sea demasiado grande, las hormigas optan por poner las larvas sobre la presa para que se alimenten de ella. Las reinas pueden vivir varios años (en cautividad, hasta 13 años para A. rudis).
Se ha constatado que las obreras de diferentes especies (senilis y subterranea en nuestra fauna) pueden llegar a reproducirse (bien siendo inseminadas, bien telitokóticamente). Las reinas de diversas especies generan feromonas inhibidoras del desarrollo de los ovarios de las hembras, para que no puedan ejercer de competidoras de la reina.
Estas hormigas no son agresivas, y lo compensan con un buen sistema de reclutamiento para que no le sean arrebatadas las presas. A. albisetosus y A. cockerelli, de los desiertos de Norteamérica, emplean la estridulación como un reforzador en la comunicación. Así, para reforzar la señal de llamada hacia una presa, estas hormigas, además de emitir las feromonas típicas de la glándula del veneno, estridulan para que las compañeras acudan antes. Se calcula que de este modo ganan entre uno y dos minutos a sus competidores. Esta segunda especie emplea un método más expeditivo para bloquear el forrajeo de su competidora Pogonomymex barbatus, ¡cerrándoles el nido!, con lo que les retrasan entre una y tres horas.
Como parece ser la norma en muchos otros géneros, los rastros dejados por estas hormigas hacia la comida suelen ser específicos de cada nido, esto es, una hormiga reconoce si el rastro detectado es de hormigas de su nido o no. Se alimentan tano de semillas como de restos animales.
Dentro de este género se encuentran las "hormigas jirafa" Aphaenogaster (Deromyrma) phalangium de centroamérica, con los cuellos inusualmente largos. Se ha notificado que esta característica les permite navegar a través de charcos de agua, lo que les hace las primeras recolectoras tras las lluvias.
Estas homigas nidifican siempre en el suelo. Sus nidos suelen estar provistos de un gran número de entradas en un espacio relativamente pequeño. Las entradas pueden estar o no cubiertas de piedrecillas u otros objetos, y en caso de estar excavado en arena o terreno blando, presentan forma de embudo que llega a tener 4 cm de diámetro y 30 cm de profundidad, rodeadas de volcanes de desperdicios. En Australia en ciertos lugares como campos de golf, pastos, etc, llegan a ser un serio problema, ya que socavan el terreno haciéndolo inestable. En terrenos duros las entradas son mucho menores, con pequeñas barreras de desperdicio rodeándola.
No son agresivas, pero en caso de ser molestadas saldrán unas pocas obreras a defender el nido. No suelen abandonar el nido en grandes cantidades, y forrajean siempre en las proximidades. Hacen pacer a sus áfidos sobre raices, y es muy posible que las entradas al nido en forma de embudo sirvan de trampa a otros artrópodos. Estas dos fuentes de alimento explicarían la poca necesidad de forrajeo de estas especies.
El número de individuos por nido es muy variable, siendo habitual una población del orden de varios cientos. Como en otros géneros, las obreras ponen huevos tróficos con los que alimentan a las larvas o la reina. Éstos suelen diferir de los de la reina en ser más flácidos y sin ADN detectable. Las larvas son alimentadas también con artrópodos. En el caso de que la presa sea demasiado grande, las hormigas optan por poner las larvas sobre la presa para que se alimenten de ella. Las reinas pueden vivir varios años (en cautividad, hasta 13 años para A. rudis).
Se ha constatado que las obreras de diferentes especies (senilis y subterranea en nuestra fauna) pueden llegar a reproducirse (bien siendo inseminadas, bien telitokóticamente). Las reinas de diversas especies generan feromonas inhibidoras del desarrollo de los ovarios de las hembras, para que no puedan ejercer de competidoras de la reina.
Estas hormigas no son agresivas, y lo compensan con un buen sistema de reclutamiento para que no le sean arrebatadas las presas. A. albisetosus y A. cockerelli, de los desiertos de Norteamérica, emplean la estridulación como un reforzador en la comunicación. Así, para reforzar la señal de llamada hacia una presa, estas hormigas, además de emitir las feromonas típicas de la glándula del veneno, estridulan para que las compañeras acudan antes. Se calcula que de este modo ganan entre uno y dos minutos a sus competidores. Esta segunda especie emplea un método más expeditivo para bloquear el forrajeo de su competidora Pogonomymex barbatus, ¡cerrándoles el nido!, con lo que les retrasan entre una y tres horas.
Como parece ser la norma en muchos otros géneros, los rastros dejados por estas hormigas hacia la comida suelen ser específicos de cada nido, esto es, una hormiga reconoce si el rastro detectado es de hormigas de su nido o no. Se alimentan tano de semillas como de restos animales.
Dentro de este género se encuentran las "hormigas jirafa" Aphaenogaster (Deromyrma) phalangium de centroamérica, con los cuellos inusualmente largos. Se ha notificado que esta característica les permite navegar a través de charcos de agua, lo que les hace las primeras recolectoras tras las lluvias.
No se trata de una marea negra, solo son pequeñas manchas de fuel (Ministro Rajoy)
- Gerardo Fernández Carrera
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Se ha constatado que las obreras de diferentes especies (senilis y subterranea en nuestra fauna) pueden llegar a reproducirse (bien siendo inseminadas, bien telitokóticamente.
Pero Kiko ¿Qué es la reproducción telitokótica? ¿a qué hace referencia? Si es que se escribe así.
Gracias por adelantado.
Pero Kiko ¿Qué es la reproducción telitokótica? ¿a qué hace referencia? Si es que se escribe así.
Gracias por adelantado.
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- Gerardo Fernández Carrera
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está genial, pero una pregunta, sabes algo sobre la instrumentación en el reclutamiento, estoy haciendo un trabajo con senilis y no se como contabilizarlo, es decir, al coger agua con azúcar(líquido) van echando hojas, ramas...para untarlas y luego llevarselas. la verdad no se me ocurre cómo reflejarlo en el trabajo, he buscado información sobre la instrumentación y no encuentro nada, sabeis de alguna página por favor.gracias.
por cierto a que os referis cuando poneis forrajeo?
por cierto a que os referis cuando poneis forrajeo?
Uso de herramientas por las hormigas
Hace años tuve colonias de Aphaenogaster senilis y no pude comprobar este comportamiento. No estoy seguro que las Aphaenogaster unten pajitas o piedrecitas con el líquido azucarado para llevárselo al nido para su consumo.
En la página 296 de The Ants de "Necrophoresis or corpse removal", Holldöber y Wilson explican que más bien las hormigas intentan tapar con diversos materiales cualquier líquido pegajoso que les moleste en el interior del nido e incluso pueden cubrir pequeñitos charcos de agua u otro líquido que esté próximo a la entrada del nido. Apuntan que la observación de este fenómeno ha llevado a algunos autores a creer equivocadamente que las hormigas construyen "puentes" para cruzar obstáculos.
En concreto dicen que si se pone un poco de miel cerca del nido, las obreras se comportan igual, cubriendo la miel con partículas de tierra o pequeños trozos de material vegetal. Más tarde pueden transportar ocasionalmente al interior del nido algunas de estas partículas untadas, dando la errónea impresión de que estan utilizando "herramientas".
Citan un artículo de Science bastante antiguo: Fellers and Fellers (1976) Tool use in a social insect an its implication for competitive interactions. Science, 192:70-72
De todas formas en biología todo es posible, así que si alguien aporta observaciones de este comportamiento, no me estrañaría. Yo por ejemplo observé algo en otra especie (Cardiocondyla elegans) que ya expliqué en otro post: http://www.lamarabunta.org/viewtopic.ph ... yla&t=3976 Estas hormigas (que estaban continuamente siendo asediadas por Pheidole pallidula) al final del dia sellaban la entrada del nido con una piedrecita del tamaño justo del orificio. A la misma hora solar, durante todo un mes de agosto pude comprobar como salía una hormiga que yo llamaba "la carcelera", cogía la piedrecita y taponaba el nido por dentro. Más de un dia utilizaron la misma piedrecita que era plana, ovalada y de 1,5-2 mm de diámetro. De todas formas no lo observé en más nidos de otras zonas, donde entre otras cosas, el terreno no era tan compacto y por lo tanto el borde del orifico del nido no era tan perfilado como para poder sellarlo con una piedrecita (y tal vez tampoco estaban siendo asediadas por las Pheidole).
En la página 296 de The Ants de "Necrophoresis or corpse removal", Holldöber y Wilson explican que más bien las hormigas intentan tapar con diversos materiales cualquier líquido pegajoso que les moleste en el interior del nido e incluso pueden cubrir pequeñitos charcos de agua u otro líquido que esté próximo a la entrada del nido. Apuntan que la observación de este fenómeno ha llevado a algunos autores a creer equivocadamente que las hormigas construyen "puentes" para cruzar obstáculos.
En concreto dicen que si se pone un poco de miel cerca del nido, las obreras se comportan igual, cubriendo la miel con partículas de tierra o pequeños trozos de material vegetal. Más tarde pueden transportar ocasionalmente al interior del nido algunas de estas partículas untadas, dando la errónea impresión de que estan utilizando "herramientas".
Citan un artículo de Science bastante antiguo: Fellers and Fellers (1976) Tool use in a social insect an its implication for competitive interactions. Science, 192:70-72
De todas formas en biología todo es posible, así que si alguien aporta observaciones de este comportamiento, no me estrañaría. Yo por ejemplo observé algo en otra especie (Cardiocondyla elegans) que ya expliqué en otro post: http://www.lamarabunta.org/viewtopic.ph ... yla&t=3976 Estas hormigas (que estaban continuamente siendo asediadas por Pheidole pallidula) al final del dia sellaban la entrada del nido con una piedrecita del tamaño justo del orificio. A la misma hora solar, durante todo un mes de agosto pude comprobar como salía una hormiga que yo llamaba "la carcelera", cogía la piedrecita y taponaba el nido por dentro. Más de un dia utilizaron la misma piedrecita que era plana, ovalada y de 1,5-2 mm de diámetro. De todas formas no lo observé en más nidos de otras zonas, donde entre otras cosas, el terreno no era tan compacto y por lo tanto el borde del orifico del nido no era tan perfilado como para poder sellarlo con una piedrecita (y tal vez tampoco estaban siendo asediadas por las Pheidole).
En un post de Mirmecología general se habla del uso de instrumentos en A. senilis:
http://www.lamarabunta.org/viewtopic.php?t=3164
Y tambien hay un video:
http://www.lamarabunta.org/videos/uparc ... =Descargar
http://www.lamarabunta.org/viewtopic.php?t=3164
Y tambien hay un video:
http://www.lamarabunta.org/videos/uparc ... =Descargar
Pues es una lástima que no hubiese leido antes el post:
http://www.lamarabunta.org/viewtopic.php?t=3164,
que demuestra que en biologia y más en el mundo de las hormigas todo es posible.
Y demuestra otra cosa: los "superman" no existen y aunque Wilson sea capaz de lo inimaginable (véase su reciente revisión sobre el género Pheidolle), el número de participantes y las horas en total dedicadas también cuentan lo suyo (sino que se lo cuenten a las Linepitema humile). Estoy convencido que un investigador-observador individual a lo "Ramón y Cajal" puede descubrir muchísimos hechos naturales que es imposible ver en una sola expedición o salida de campo por bien pertrechada que esté.
Estoy pendiente de reanudar mis observaciones con colonias artificales. Me pongo como "deberes" la de Aphaenogaster senilis. Aquello que yo observé como simple taponamiento, es fácil que, con el diseño adecuado, se convierta en una instrumentalización para la obtención de alimento.
Fellers and Fellers lo escribieron en el 1976 y hicieron sus deducciones, Hölldober & Wilson lo trataron como un tema menor en The Ants. Pero por esto me apasionan las hormigas, yo también puedo descubrir alguna cosa nueva. Gracias a todos por compartir está gran afición.
http://www.lamarabunta.org/viewtopic.php?t=3164,
que demuestra que en biologia y más en el mundo de las hormigas todo es posible.
Y demuestra otra cosa: los "superman" no existen y aunque Wilson sea capaz de lo inimaginable (véase su reciente revisión sobre el género Pheidolle), el número de participantes y las horas en total dedicadas también cuentan lo suyo (sino que se lo cuenten a las Linepitema humile). Estoy convencido que un investigador-observador individual a lo "Ramón y Cajal" puede descubrir muchísimos hechos naturales que es imposible ver en una sola expedición o salida de campo por bien pertrechada que esté.
Estoy pendiente de reanudar mis observaciones con colonias artificales. Me pongo como "deberes" la de Aphaenogaster senilis. Aquello que yo observé como simple taponamiento, es fácil que, con el diseño adecuado, se convierta en una instrumentalización para la obtención de alimento.
Fellers and Fellers lo escribieron en el 1976 y hicieron sus deducciones, Hölldober & Wilson lo trataron como un tema menor en The Ants. Pero por esto me apasionan las hormigas, yo también puedo descubrir alguna cosa nueva. Gracias a todos por compartir está gran afición.
Acabo de ver el video de Aphaenogaster senilis http://www.lamarabunta.org/videos/uparc ... =Descargar
y efectivamente se observa durante el 80% de la gravación como van tapando la gota de miel o líquido, con material diverso. Después hay un corte en el video y ya aparece la gota completamente tapada, y como una hormiga transporta una pajita del cúmulo de objetos que tapan la gota, hacia el interior del nido. Para mi entender, falta demostrar la causa-efecto del comportamiento.
Es decir, ¿verdaderamente las hormigas estan untando material para después llevarselo más fácilmente al interior del nido? o bien sólo es fruto de la casualidad: primero sólo tapan un líquido viscoso que les molesta y ¿después hacen lo que saben hacer más bien: transportar todo posible alimento hacia el interior del nido?
Creo que habría que diseñar experimentos-pruebas más esclarecedores para demostrar fidedignamente el comportamiento. En fin, dejo abierto el tema a más opiniones.
y efectivamente se observa durante el 80% de la gravación como van tapando la gota de miel o líquido, con material diverso. Después hay un corte en el video y ya aparece la gota completamente tapada, y como una hormiga transporta una pajita del cúmulo de objetos que tapan la gota, hacia el interior del nido. Para mi entender, falta demostrar la causa-efecto del comportamiento.
Es decir, ¿verdaderamente las hormigas estan untando material para después llevarselo más fácilmente al interior del nido? o bien sólo es fruto de la casualidad: primero sólo tapan un líquido viscoso que les molesta y ¿después hacen lo que saben hacer más bien: transportar todo posible alimento hacia el interior del nido?
Creo que habría que diseñar experimentos-pruebas más esclarecedores para demostrar fidedignamente el comportamiento. En fin, dejo abierto el tema a más opiniones.
Encontrar una relación causa-efecto en biología y sabemos todos que es harto complicado, se puede, para saber si es fruto de la casualidad, realizar réplicas, si se repite, siendo esta una ciencia expermimental, habrá una causalidad (¿cuál?, eso es más complejo).
Un modo que quizás no sea determinante pero sí en alguna medida esclarecedor sobre el segundo punto que comentas (tapar líquido viscoso y recoger alimento) puede ser colocando el líquido viscoso no muy lejos del nido pero en un lugar poco accesible y sin "salida", me explico, pej una plataforma al final de una varilla, si las hormigas subieran, encontraran el líquido y realizaran ese comportamiento sería probable que se tratase de un caso de uso de instrumentos, ya que para proteger el nido no sería evolutivamente favorable realizar tal acción, con lo que, en última instancia, podría ser un comportamiento maladaptativo, o bien uso de instrumentos .
Es sólo una opinión
Un modo que quizás no sea determinante pero sí en alguna medida esclarecedor sobre el segundo punto que comentas (tapar líquido viscoso y recoger alimento) puede ser colocando el líquido viscoso no muy lejos del nido pero en un lugar poco accesible y sin "salida", me explico, pej una plataforma al final de una varilla, si las hormigas subieran, encontraran el líquido y realizaran ese comportamiento sería probable que se tratase de un caso de uso de instrumentos, ya que para proteger el nido no sería evolutivamente favorable realizar tal acción, con lo que, en última instancia, podría ser un comportamiento maladaptativo, o bien uso de instrumentos .
Es sólo una opinión
"Nosotros, sólo nosotros en la Tierra, podemos rebelarnos contra la tiranía de los replicadores egoístas." Richard Dawkins (El gen egoísta)
Si eres nuevo, lee el Decálogo y las FAQ en pdf.
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Xauxa se plantea: “¿verdaderamente las hormigas están untando material para después llevárselo más fácilmente al interior del nido, o bien sólo es fruto de la casualidad?”
Olmo propone un experimento con la miel en un lugar poco accesible que descarte un comportamiento netamente protector.
Intentaré contestarles desde la experiencia de haber repetido muchas veces las mismas pruebas y observaciones con A. senilis.
Ni la distancia al nido desde el cebo de miel, ni las condiciones distintas en que lo encuentran, parecen relevantes.
Siempre, antes de introducir palitos u hojas, intentan coger alimento con las mandíbulas. De hecho, transportan miel con las mandíbulas hacia el nido, y reclutan a nuevas compañeras, que repiten el proceso hasta que se endurece la capa superficial de la miel, momento en que comienzan a introducir palitos.
Pero el comportamiento, entonces, resulta revelador: meten y meten palitos y hojas ininterrumpidamente hasta que cubren toda la superficie, que es cuando comienzan a retirarlos embadurnados. El comportamiento termina siendo muy eficiente para la colonia.
Contesto modesta pero rotundantemente: Las hormigas no meten palitos para llevarse más fácilmente la miel. Pero siempre se comportan de idéntica forma al encontrar una gota de miel, sea cual sea el lugar o condición en que se halle. No hay una relación causa-efecto inmediata. Al principio y hasta su endurecimiento, las hormigas perciben la miel como alimento, y en función de esta percepción acarrean con las mandíbulas y reclutan compañeras. Pero cuando la miel se endurece, la miel deja de ser percibida como alimento, entrando en juego el comportamiento, muy extendido entre las hormigas, de cubrir objetos pegajosos o húmedos. Cuando se ha cubierto la mayor parte de la superficie, y sólo entonces, el cebo ofrece un aspecto y unas posibilidades nuevas: ahora las hormigas perciben “más palitos que sustancia pegajosa”, y el comportamiento de acarreo de alimento (tirando de los palos) “gana” al comportamiento de defensa frente a objetos pegajosos.
Se trata, pues, de un comportamiento dinámico, cambiante, en función de las variaciones por las que va atravesando la situación: a) endurecimiento de la capa superficial de la miel, b) miel colmada de objetos.
1. Miel blanda: acarreo mandibular y reclutamiento.
2. Miel endurecida: introducción de palitos, hojas y piedras.
3. Miel cubierta: acarreo de palitos embadurnados.
1 y 3 son comportamientos de acarreo de alimentos.
2 es un comportamiento defensivo.
Conclusión: Todo es una casualidad. Las hormigas no utilizan instrumentos al modo del pinzón de Darwin. No meten un palo en la miel para sacarlo inmediatamente y llevarlo al nido. Tienen que seguir paso a paso la secuencia de comportamientos que corresponde a las percepciones cambiantes del cebo. Pero la secuencia es siempre la misma, idéntica, sin errores, y sumamente eficiente desde el punto de vista del almacenamiento de alimentos. Difícil es saber si esta conducta con varios componentes, que termina con el acarreo de palos embadurnados, ha sido favorecida por la selección natural. Lo que es seguro es que las hormigas no necesitan aprender nada para realizarla, ni es necesario establecer relaciones causa-efecto. El comportamiento, sencillamente, funciona. ¿Puede, entonces, denominarse uso de instrumentos? No, sólo hay una apariencia de que los usan.
Olmo propone un experimento con la miel en un lugar poco accesible que descarte un comportamiento netamente protector.
Intentaré contestarles desde la experiencia de haber repetido muchas veces las mismas pruebas y observaciones con A. senilis.
Ni la distancia al nido desde el cebo de miel, ni las condiciones distintas en que lo encuentran, parecen relevantes.
Siempre, antes de introducir palitos u hojas, intentan coger alimento con las mandíbulas. De hecho, transportan miel con las mandíbulas hacia el nido, y reclutan a nuevas compañeras, que repiten el proceso hasta que se endurece la capa superficial de la miel, momento en que comienzan a introducir palitos.
Pero el comportamiento, entonces, resulta revelador: meten y meten palitos y hojas ininterrumpidamente hasta que cubren toda la superficie, que es cuando comienzan a retirarlos embadurnados. El comportamiento termina siendo muy eficiente para la colonia.
Contesto modesta pero rotundantemente: Las hormigas no meten palitos para llevarse más fácilmente la miel. Pero siempre se comportan de idéntica forma al encontrar una gota de miel, sea cual sea el lugar o condición en que se halle. No hay una relación causa-efecto inmediata. Al principio y hasta su endurecimiento, las hormigas perciben la miel como alimento, y en función de esta percepción acarrean con las mandíbulas y reclutan compañeras. Pero cuando la miel se endurece, la miel deja de ser percibida como alimento, entrando en juego el comportamiento, muy extendido entre las hormigas, de cubrir objetos pegajosos o húmedos. Cuando se ha cubierto la mayor parte de la superficie, y sólo entonces, el cebo ofrece un aspecto y unas posibilidades nuevas: ahora las hormigas perciben “más palitos que sustancia pegajosa”, y el comportamiento de acarreo de alimento (tirando de los palos) “gana” al comportamiento de defensa frente a objetos pegajosos.
Se trata, pues, de un comportamiento dinámico, cambiante, en función de las variaciones por las que va atravesando la situación: a) endurecimiento de la capa superficial de la miel, b) miel colmada de objetos.
1. Miel blanda: acarreo mandibular y reclutamiento.
2. Miel endurecida: introducción de palitos, hojas y piedras.
3. Miel cubierta: acarreo de palitos embadurnados.
1 y 3 son comportamientos de acarreo de alimentos.
2 es un comportamiento defensivo.
Conclusión: Todo es una casualidad. Las hormigas no utilizan instrumentos al modo del pinzón de Darwin. No meten un palo en la miel para sacarlo inmediatamente y llevarlo al nido. Tienen que seguir paso a paso la secuencia de comportamientos que corresponde a las percepciones cambiantes del cebo. Pero la secuencia es siempre la misma, idéntica, sin errores, y sumamente eficiente desde el punto de vista del almacenamiento de alimentos. Difícil es saber si esta conducta con varios componentes, que termina con el acarreo de palos embadurnados, ha sido favorecida por la selección natural. Lo que es seguro es que las hormigas no necesitan aprender nada para realizarla, ni es necesario establecer relaciones causa-efecto. El comportamiento, sencillamente, funciona. ¿Puede, entonces, denominarse uso de instrumentos? No, sólo hay una apariencia de que los usan.
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a mi me pareció estar viendo un caso de instrumentación porque tengo entendido que senilis no tiene trofolaxia con lo cual la única manera que tienen de llevar alimento al nido es a través de esos palitos y hojas que mojan en el agua con azucar en mi caso. lo que me extraña es que en todos los casos hay un primer grupo de hormigas que se alimentan del azúcar, es un comportamiento un poco egoísta, alguien puede explicarlo?, ¿es que deciden alimentarse por asegurar la supervivencia de las máximas obreras posibles?¿o es que es la manera de reclutar a más hermanas enseñandoles que sigue quedando azúcar?no se si me he explicado
Opino que si las hormigas hacen eso "siempre" con cualquier líquido esté donde esté, el comportamiento no es adaptativo, ya que ¿qué función tiene gastar recursos en eso cuando no es un sitio de paso?, sería eliminado en la selección tarde o temprano, luego se podrían hacer experimentos con dos "plataformas" equidistantes al nido y con líquido no azucarado en uno y miel en otro, tras varias repeticiones si se observa que dejan de acudir a una plataforma y acuden casi exclusivamente a la otra, tendremos un bonito resultado demostrando el aprendizaje .
"Nosotros, sólo nosotros en la Tierra, podemos rebelarnos contra la tiranía de los replicadores egoístas." Richard Dawkins (El gen egoísta)
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