Las razones son que la AIM todavía no ha hecho su presentación pública (Jornadas de Jerez) ni privada (a todos los mirmecólogos y personas relacionadas). Y que no era correcto que se enterasen "por la prensa" que existe una "tal Asociación Ibérica de Mirmecología" y que precisamente su primera presentación en sociedad fuera enmendarle la plana a un "figura" por mezclar las hormigas con el esoterismo. No lo hemos considerado conveniente ni prudente.
Eso sí, se va a abrir una lista aquí mismo en el foro, en otro post, donde seguramente con el texto de josemary y algunos añadidos, se podrá adherir quien quiera y se va a mandar a título particular.
texto que nos ha facilitado josemary:
No os preocupeis, que justo esté la AIM consolidada, tendremos cientos de oportunidades en las que podremos y deberemos actuar.Como colectivo que somos de naturalistas y aficionados a las hormigas, hemos quedado sorprendidos tras la lectura del reciente artículo de Alex Rovira, La inteligencia instintiva, aparecido en El País Semanal de 1-10-06. Sin entrar en el conjunto del mismo, sí queremos hacer notar la extraña aportación mirmecológica del Sr. Rovira: según él, si se separa una reina de su hormiguero, “parece transmitir instrucciones y normas de funcionamiento a sus súbditos a distancia. Puede estar ella tan lejos como quiera para lograr una óptima transmisión y recepción, pero lo importante es que permanezca viva”. Por más que intente convencer a sus lectores de que se trata de “hechos de difícil explicación”, lo cierto y verdad es que tal descripción no es un hecho sino, simple y llanamente, pura fantasía. Las interacciones entre las reinas y las obreras dependen de un conjunto de sustancias llamadas feromonas, reguladoras de la actividad comunal del hormiguero, y que requieren del contacto y de la proximidad, tanta como el alcance y duración de dichas sustancias químicas, cuyos efectos quedan circunscritos a los estrechos límites del nido. Mientras la reina vive, segrega durante la mayor parte del año feromonas que inhiben en las larvas su desarrollo como reinas; dicha inhibición no se dará durante el periodo previo a los vuelos nupciales, permitiendo así el nacimiento y expansión de las nuevas reinas que, tras ser fecundadas por los machos, darán inicio a la fundación de nuevas colonias. Pero si la reina muere o es retirada antes de dicho periodo, el hormiguero, en la mayoría de los casos, se colapsa. Las larvas restantes no darán lugar a nuevas reinas, los huevos sin fecundar que aún puedan poner las obreras (hembras estériles) producirán machos, y la comunidad de hormigas, sin la presencia e interacción continua de su reina, terminará desapareciendo.