Teniendo en cuenta que durante las semanas pasadas hemos llegado varios días a -9º C, lo que menos esperaba era encontrar una colonia de esta especie bajo una piedra del tamaño de la palma de la mano y de poco más de un dedo de grosor, en la parte superior de una pared de piedra.
Aunque esta pared recibe sol todo el día y la acumulación de calor es considerable, me imagino que las largas noches invernales castellanas se sobran para hacer perder todo lo acumulado, y eso los días que hace sol, por no hablar de nevadas…
Todas las colonias que he visto de esta especie han sido bajo piedras, nunca en agallas ni en interior de ramas como otras Temnothorax.
En los alrededores del nido hay musgo y líquenes, de hecho un par de ellas estaban forrajeando entre ellos cuando las vi. El resto (1 reina, obreras y larvas) aparentemente hibernando hasta que las molesté, hice las fotos y coloqué la piedra para que quedara igual.