
El cerebro de una hormiga posee 250.000 neuronas. Se necesitaría una colonia de 40.000 hormigas para obtener un cerebro tan grande como el del ser humano.
Se descubrió una supercolonia de hormigas argentinas que se extendía a lo largo de 6.000 kilómetros de costa, desde Italia hasta Galicia y que forma el mayor superorganismo colectivo viviente conocido.
Está compuesto por millones de hormigueros cuyos miembros estaban interconectados.
Dentro del hormiguero algunas obreras de las especies Myrmecocystus mexicanus hacen de despensa.
Estas hormigas reciben el líquido dulce recogido por sus compañeras y lo almacenan en su abdomen, que se hincha hasta quedar completamente inmovilizadas.
En las épocas de escasez, vierten el alimento y recobran su aspecto normal.
Cuando la hormiga roja del bosque (Formica rufa), se siente amenazada, arroja ácido fórmico por el abdomen.
La hormiga león (Myrmeleon fromicarius), recibe este nombre porque se come a sus compañeras.
Cada cierto tiempo, cientos de miles de hormigas legionarias (Eciton burchelli), emprenden una emigración que arrasa todo lo que se pone en su camino.
En el viaje transportan los huevos y durante las paradas se apelotonan para formar un nido viviente, creado por sus propios cuerpos.
En su interior descansa a salvo la reina.
Las hormigas adultas no pueden masticar y tragar alimentos sólidos. En lugar de esto, ingieren el jugo que extraen de las piezas de comida.
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