Aprovechamos, Adrián y yo, para saludaros de nuevo. Hemos estado mucho sin escribir (leyéndoos aunque no todo lo que hubiera querido) ya que no encontrábamos hormigas por ningún lado, hasta que hace tres semanas más o menos, el pequeño se presentó con 3 ejemplares de Messor Barbarus (se le escaparon 2) que él mismo atrapó en el patio de su cole y guardó en la bolsa del bocata; tendriáis que haber visto su cara de felicidad (y la mía).
Las tenemos una en un bote de carrete, sin yeso y con algodón; otra en un bote de carrete, sin yeso y con un dispensador de suero (es bueno para ellas?), y otra en un tubo de desagües transparente de los que se les pone a los aires acondicionados, bloqueados con algodones.
La suerte quiso que un reina se quedara pegada en el exudado de un vaso de cerveza que tomábamos en un bar, aún no la hemos identificado pero seguimos en ello; si no lo conseguimos os enviaré una foto.
Así que de momento, eso es todo, muy felices por haber ampliado la familia y con enormes ganas de que empiecen a poner, aunque Adrián ya sabe que hasta año nuevo, en el mejor de los casos, nada de nada.
Gracias a Droile por sus magníficos Flash que tanto nos han gustado a mi hijo y a mí (él los ve casi a diario), pero es una pena que no haya más entregas (dejó la historia en un punto álgido, cuando una araña amenaza al hormiguero incipiente, lásyima...)
