Pero no bastó, había un agujero en la parte inferior hecho por las messor en tiempos por el cuál se me han fugado dos obreras, así que he tapado el agujero con un trozo de algodón diminuto apretado con una aguja, por lo que la caja de forrajeo está blindada no, lo siguiente. Además, he puesto una capa de aceite de oliva como antifugas muy fina pero muy extensa, haber si tienen narices a escaparse


También he reintroducido a las fugitivas con un bastoncillo de los oídos. Estando sólo dentro del tubo de ensayo los bichos me los estaban empezando a cubrir de mierda en lugar de comérselos, como si fuesen basura, en cambio hoy les he puesto un tórax descongelado de cucaracha y un algodón empapado en jarabe proteico de leche y han dado buena cuenta de ambas cosas.
Resumiendo, el cambio ha sido un acierto de los grandes



