¿Y la hormiga simbólica?
posible josemary: ¿Y la hormiga simbólica?
Hace bastantes años llegó a mis manos un libro extraordinario: La vida de las abejas, de Von Frisch. Este era la versión popular de “The dance language and orientation of bees”, un libraco de la enjundia y dimensiones del libro de Wilson y Holldobler (The ants). Frisch ha sido uno de los grandes zoólogos del siglo XX, y en ese libro describía varios de sus descubrimientos: la percepción de luz polarizada, la sensibilidad al ultravioleta, la ceguera al rojo...y el lenguaje de la danza de las abejas. A este último hallazgo se han dedicado, y se dedican hoy, generaciones de investigadores. En resumen: una abeja encuentra un grupo de flores o un cebo con miel, se dirige a la colmena, entra en la oscuridad de los panales verticales y realiza una danza en forma de ocho, con un trayecto central rectilíneo de varios cm donde aletea de forma convulsa siendo seguida muy de cerca por varias obreras. La danza informa de la dirección del cebo con relación al sol (transportando el ángulo formado por la línea de gravedad y el recorrido rectilíneo de la danza), y de la distancia a la que se encuentra (en función el tiempo empleado en el recorrido rectilíneo). Frisch lo denominó deliberadamente “lenguaje simbólico”, porque la información comunicada era independiente del objetivo de esa información: el cebo no estaba a la vista, quizá a varios Km. detrás de una colina.
Llegué a construirme una colmena con paredes de cristal, cubiertas con tela negra, pasando tardes enteras contemplando estas danzas y haciendo algunos experimentos. Pero vayamos al tema: me preguntaba cómo era posible hallar lenguaje simbólico en una especie de abeja social (la mayoría son especies solitarias) y, sin embargo, nunca se había reportado nada parecido en hormigas (más de 13000 especies, todas sociales). Y aquí empezó mi búsqueda de la hormiga simbólica. Me lo tomé en serio: durante varios años realizaba siempre el mismo experimento: un bote con miel o un trozo de jamón York, localizaba a una obrera exploradora a varios metros del nido, le ponía delante el cebo y observaba el recorrido hacia el nido y la forma de comunicar el hallazgo al resto de obreras. Así con las 20 especies de mi barrio de entonces (Heliópolis, junto al campo del Betis, en Sevilla) más otras tantas especies de la serranía andaluza.
Nunca encontré la “hormiga simbólica”. Pero en el camino hice algunos hallazgos y creí hacerme una idea de conjunto de cómo podrían haber evolucionado los sistemas de comunicación en las hormigas del Viejo Mundo. Lo primero que saltaba a la vista era que había dos grupos diferenciados: las hormigas con buena visión, corredoras, con gran número de onmatidios: Cataglyphis viatica, C. viaticoides y Formica fusca; y las hormigas con visión pobre, lentas: Lasius níger, Tapinoma nigerrimun, Crematogaster scutellaris, Pheidole padillula, Iridomirmex humilis, Tetramorium caespitum, T. hispanicum, Plagiolepis pigmea, Aphenogaster seniles y Bothriomyrmex saundersi. Cajal llamaba al primer grupo poliópsicas, al segundo, oligópsicas.
Una línea separaba claramente a ambos grupos en cuanto a comunicación: las especies veloces no utilizan pistas químicas para comunicar la existencia del cebo. Es decir, las poliópsicas son cazadoras solitarias. Intentan arrastrar el cebo hacia el nido y, si no pueden, lo abandonan (yo colocaba siempre una piedra encima del jamón York). Había una explicación: la desventaja de carecer de ayuda de congéneres era compensada por la gran extensión de terreno explorado en poco tiempo por una sola hormiga, alejándose a veces a más de 50 m. del nido. Las oligópsicas, sin embargo, tienen poco recorrido y todas segregan una pista química cebo-nido. La primera sorpresa vino al descubrir que todas las especies de este segundo grupo segregaban también una segunda pista nido-cebo. Mientras la exploradora estaba con el jamón, la marcaba en el abdomen. Pronto iniciaba la segregación de pista en trayectoria rectilínea hacia el nido, entraba agitada, salía rodeada por otras obreras, pero volviendo a ejecutar los patrones típicos de segregación de feromona, ahora en dirección hacia el cebo. A este fenómeno le llamé “doble segregación de pista”, que asegura mediante el reforzamiento la eficiencia del sistema.
Tiempo después descubrí la comunicación por tándem en Cardiocodyla batesy. La exploradora deja la gota de miel en dirección al nido (siempre en línea recta) sin segregar pista. Después sale hacia el cebo segregando feromona y seguida por una única obrera que mantiene contacto continuo con la exploradora mediante estimulación antenal sobre el abdomen. Cada 5 o 10 cm. la exploradora se detiene levantando el abdomen, la obrera que va detrás interrumpe el contacto, explora y, si no encuentra el cebo, retorna al abdomen de la exploradora para continuar la marcha. El sistema es bastante eficiente, pudiéndose reunir finalmente más de 20 obreras alrededor de la miel.
Se trataba pues de una única pista nido-cebo de carácter discontinuo. Hice entonces una predicción: debería haber especies con segregación de pista continua nido-cebo. Y apareció: Camponotus pilicornis, una hormiga grande y nocturna. Una tarde, ya puesto el sol, vi salir una obrera con el abdomen inclinado hacia el substrato, en patrón de segregación de pista, seguida en fila india por 6 obreras, en dirección a un árbol que solían frecuentar por la noche.
Recapitulando: hormigas solitarias corredoras; hormigas segregadoras de doble pista cebo-nido, nido-cebo; hormigas segregadoras de una sola pista nido-cebo. ¿Cuál puede haber sido la secuencia evolutiva? He aquí una de las conclusiones más curiosas: estoy convencido de que la primera pista aparecida en la evolución fue la de dirección nido-cebo, incorporándose posteriormente la de dirección cebo-nido, surgiendo de esta forma la doble segregación de pista, de más éxito y más extendida en los formícidos. Según lo dicho, no deberían existir especies que segregaran una única pista cebo-nido.
¿Y la hormiga simbólica? Los experimentos los realice sobre unas 40 especies. No descarto-más bien tengo un cierto convencimiento- que una tal especie debe existir. La predicción es la siguiente: la hormiga debe estar más cercana al grupo de especies poliópsicas, corredoras, con buena visión. La exploradora abandonará el cebo en dirección al nido sin segregar ninguna pista. Al llegar al nido segregará desde la entrada, en dirección hacia el cebo (que puede estar a decenas de metros de distancia), una pequeña pista feromonal de varios cm. Las obreras que sigan el corto rastro tendrán suficiente para memorizar el ángulo con respecto al sol, continuando hacia el cebo sin presencia de pista y guiadas por la información recién obtenida.
Llegué a construirme una colmena con paredes de cristal, cubiertas con tela negra, pasando tardes enteras contemplando estas danzas y haciendo algunos experimentos. Pero vayamos al tema: me preguntaba cómo era posible hallar lenguaje simbólico en una especie de abeja social (la mayoría son especies solitarias) y, sin embargo, nunca se había reportado nada parecido en hormigas (más de 13000 especies, todas sociales). Y aquí empezó mi búsqueda de la hormiga simbólica. Me lo tomé en serio: durante varios años realizaba siempre el mismo experimento: un bote con miel o un trozo de jamón York, localizaba a una obrera exploradora a varios metros del nido, le ponía delante el cebo y observaba el recorrido hacia el nido y la forma de comunicar el hallazgo al resto de obreras. Así con las 20 especies de mi barrio de entonces (Heliópolis, junto al campo del Betis, en Sevilla) más otras tantas especies de la serranía andaluza.
Nunca encontré la “hormiga simbólica”. Pero en el camino hice algunos hallazgos y creí hacerme una idea de conjunto de cómo podrían haber evolucionado los sistemas de comunicación en las hormigas del Viejo Mundo. Lo primero que saltaba a la vista era que había dos grupos diferenciados: las hormigas con buena visión, corredoras, con gran número de onmatidios: Cataglyphis viatica, C. viaticoides y Formica fusca; y las hormigas con visión pobre, lentas: Lasius níger, Tapinoma nigerrimun, Crematogaster scutellaris, Pheidole padillula, Iridomirmex humilis, Tetramorium caespitum, T. hispanicum, Plagiolepis pigmea, Aphenogaster seniles y Bothriomyrmex saundersi. Cajal llamaba al primer grupo poliópsicas, al segundo, oligópsicas.
Una línea separaba claramente a ambos grupos en cuanto a comunicación: las especies veloces no utilizan pistas químicas para comunicar la existencia del cebo. Es decir, las poliópsicas son cazadoras solitarias. Intentan arrastrar el cebo hacia el nido y, si no pueden, lo abandonan (yo colocaba siempre una piedra encima del jamón York). Había una explicación: la desventaja de carecer de ayuda de congéneres era compensada por la gran extensión de terreno explorado en poco tiempo por una sola hormiga, alejándose a veces a más de 50 m. del nido. Las oligópsicas, sin embargo, tienen poco recorrido y todas segregan una pista química cebo-nido. La primera sorpresa vino al descubrir que todas las especies de este segundo grupo segregaban también una segunda pista nido-cebo. Mientras la exploradora estaba con el jamón, la marcaba en el abdomen. Pronto iniciaba la segregación de pista en trayectoria rectilínea hacia el nido, entraba agitada, salía rodeada por otras obreras, pero volviendo a ejecutar los patrones típicos de segregación de feromona, ahora en dirección hacia el cebo. A este fenómeno le llamé “doble segregación de pista”, que asegura mediante el reforzamiento la eficiencia del sistema.
Tiempo después descubrí la comunicación por tándem en Cardiocodyla batesy. La exploradora deja la gota de miel en dirección al nido (siempre en línea recta) sin segregar pista. Después sale hacia el cebo segregando feromona y seguida por una única obrera que mantiene contacto continuo con la exploradora mediante estimulación antenal sobre el abdomen. Cada 5 o 10 cm. la exploradora se detiene levantando el abdomen, la obrera que va detrás interrumpe el contacto, explora y, si no encuentra el cebo, retorna al abdomen de la exploradora para continuar la marcha. El sistema es bastante eficiente, pudiéndose reunir finalmente más de 20 obreras alrededor de la miel.
Se trataba pues de una única pista nido-cebo de carácter discontinuo. Hice entonces una predicción: debería haber especies con segregación de pista continua nido-cebo. Y apareció: Camponotus pilicornis, una hormiga grande y nocturna. Una tarde, ya puesto el sol, vi salir una obrera con el abdomen inclinado hacia el substrato, en patrón de segregación de pista, seguida en fila india por 6 obreras, en dirección a un árbol que solían frecuentar por la noche.
Recapitulando: hormigas solitarias corredoras; hormigas segregadoras de doble pista cebo-nido, nido-cebo; hormigas segregadoras de una sola pista nido-cebo. ¿Cuál puede haber sido la secuencia evolutiva? He aquí una de las conclusiones más curiosas: estoy convencido de que la primera pista aparecida en la evolución fue la de dirección nido-cebo, incorporándose posteriormente la de dirección cebo-nido, surgiendo de esta forma la doble segregación de pista, de más éxito y más extendida en los formícidos. Según lo dicho, no deberían existir especies que segregaran una única pista cebo-nido.
¿Y la hormiga simbólica? Los experimentos los realice sobre unas 40 especies. No descarto-más bien tengo un cierto convencimiento- que una tal especie debe existir. La predicción es la siguiente: la hormiga debe estar más cercana al grupo de especies poliópsicas, corredoras, con buena visión. La exploradora abandonará el cebo en dirección al nido sin segregar ninguna pista. Al llegar al nido segregará desde la entrada, en dirección hacia el cebo (que puede estar a decenas de metros de distancia), una pequeña pista feromonal de varios cm. Las obreras que sigan el corto rastro tendrán suficiente para memorizar el ángulo con respecto al sol, continuando hacia el cebo sin presencia de pista y guiadas por la información recién obtenida.
- XyVy
- Camponotus Velascotus
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- Registrado: 19 Ene 2003 21:30
- Ubicación: El Palmar - Murcia
Josemary peazo mensaje el tuyo, he flipado leyendolo, da gusto saber que hay gente en el foro que estudia de esa manera a estos individuos, yo no soy muy de ciencias en este tema, y por ahora me limito a la cría y mera obsevación de ellas, pero si en algo he disfrutado ha sido leyendo pequeños estudios y anecdotas como estas en los libros sobre hormigas.
Me parece interesantisimo lo que dices y la verdad es que me dejas helado, es aluciiiiinaaaaaaannnnnnteee y te insto por favor a que pongas más pensamientos y estudios que hayas realizado sobre las hormigas da un gustazo leerlos y realmente incrementan la calidad del foro, porque así se cubre todo, tanto la cria y el estudio de estos animalillos nuestros.
Por ejemplo, algo que note y que bien comentas me sirve para comprobar todo lo que observo de algunas hormigas, por ejemplo, las Catas, siempre las he visto moverse solas, tienen una excelente visión y es lo que tu dices, suelen tirar de la comida ellas mismas y por supuesto corren que se las pelan y abarcan un gran terreno, son unas hormigas de lo más interesante, luego lo que comentas sobre otras hormigas, como lasius, es cierto que siempre están en grupito y tirando todas de la comida, tus conclusiones y pensamientos son muy interesantes, lo dicho, no te cortes y comenta cosas, ya te digo que no soy un estudioso en el tema, pero seguro que algunos les será muy útil, y a otros como mi caso, les parecerá por lo menos muy interesante y agradable de leer.
Ciao y gracias por el post.
Me parece interesantisimo lo que dices y la verdad es que me dejas helado, es aluciiiiinaaaaaaannnnnnteee y te insto por favor a que pongas más pensamientos y estudios que hayas realizado sobre las hormigas da un gustazo leerlos y realmente incrementan la calidad del foro, porque así se cubre todo, tanto la cria y el estudio de estos animalillos nuestros.
Por ejemplo, algo que note y que bien comentas me sirve para comprobar todo lo que observo de algunas hormigas, por ejemplo, las Catas, siempre las he visto moverse solas, tienen una excelente visión y es lo que tu dices, suelen tirar de la comida ellas mismas y por supuesto corren que se las pelan y abarcan un gran terreno, son unas hormigas de lo más interesante, luego lo que comentas sobre otras hormigas, como lasius, es cierto que siempre están en grupito y tirando todas de la comida, tus conclusiones y pensamientos son muy interesantes, lo dicho, no te cortes y comenta cosas, ya te digo que no soy un estudioso en el tema, pero seguro que algunos les será muy útil, y a otros como mi caso, les parecerá por lo menos muy interesante y agradable de leer.
Ciao y gracias por el post.
Un aficionado a las hormigas cuasi-retirado, deseando que los peques adopten la afición.
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- FinderBueno
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- Registrado: 07 May 2004 23:47
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Me sumo a lo que dicen los compañeros sobre el post y añado:
y además bien redactado y sin faltas de ortografía.
Quieras que no es más agradable leer un post así.
....venga... que no se pique nadie, que ya sé que a veces no hay tiempo para pararse a escribir bien.
y además bien redactado y sin faltas de ortografía.
Quieras que no es más agradable leer un post así.
....venga... que no se pique nadie, que ya sé que a veces no hay tiempo para pararse a escribir bien.
Última edición por ankxo el 05 Mar 2004 14:53, editado 1 vez en total.
Ojo por ojo... y el mundo quedará ciego. Mahatma Gandhi
impresionante¡¡¡
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eek (Sin palabras)
"Nosotros, sólo nosotros en la Tierra, podemos rebelarnos contra la tiranía de los replicadores egoístas." Richard Dawkins (El gen egoísta)
Si eres nuevo, lee el Decálogo y las FAQ en pdf.
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En busca de la hormiga simbólica
Muy interesante, ojalá que se encuentre una hormiga así.
Pero el que en tantas especies de hormigas no se haya desarrollado algo parecido al lenguaje de las abejas quizá sea porque las abejas no pueden dejar rastros en el aire, mientras que las hormigas pueden marcar la pista sobre el suelo. Además, las abejas pueden volar en línea recta, mientras que es probable que la hormiga tenga que dar unos cuantos rodeos, por lo que sólo con la dirección donde está la comida podría no dar con ella.
Pero el que en tantas especies de hormigas no se haya desarrollado algo parecido al lenguaje de las abejas quizá sea porque las abejas no pueden dejar rastros en el aire, mientras que las hormigas pueden marcar la pista sobre el suelo. Además, las abejas pueden volar en línea recta, mientras que es probable que la hormiga tenga que dar unos cuantos rodeos, por lo que sólo con la dirección donde está la comida podría no dar con ella.
Chousas:
Las abejas no pueden dejar pistas en el aire..., por eso las dejan sobre el suelo. Martin Lindauer, uno de los discípulos de Frisch, estudió hace más de cuarenta años (Communication Among Social Bees, 1961) la segregación de pistas en las abejas sociales sin aguijón. Cada pocos metros van dejando marcas olorosas sobre determinados objetos como hojas o piedras, completando una pista entre el nido y el cebo. Este fue uno de los datos que me llevó al extraño convencimiento de que en la famosa danza de coleteo de la abeja de la miel, durante el corto trayecto rectilíneo, la abeja segregaba feromonas. Hace poco he leido que empienza a haber sospechas de una tal segregación de pista en la danza (J. Tautz, 2002). Y al hilo de contestarte, consultando en internet, me he llevado otra sorpresa: acaba de descubrirse que una especie de abeja sin aguijón no segrega una pista completa entre el nido y el cebo, sino una corta, de pocos metros,desde el cebo y en dirección al nido. El autor no aclara cómo la abeja reclutadora, desde el nido, es capaz de guiar al grupo reclutado hasta el comienzo de la corta pista previamente segregada y que desemboca, a pocos metros, en el cebo. Este es el resúmen del trabajo:
Pulsed mass recruitment by a stingless bee, Trigona hyalinata. Proc. R. Soc. Lond. B (2003)
James C. Nieh, Felipe A. L. Contrera, Paulo Nogueira-Neto
Abstract:
Research on bee communication has focused on the ability of the highly social bees, stingless bees (Hymenoptera, Apidae, Meliponini) and honeybees (Apidae, Apini), to communicate food location to nest-mates. Honeybees can communicate food location through the famous waggle dance. Stingless bees are closely related to honeybees and communicate food location through a variety of different mechanisms, many of which are poorly understood. We show that a stingless bee, Trigona hyalinata, uses a pulsed mass-recruitment system that is highly focused in time and space. Foragers produced an ephemeral, polarized, odour trail consisting of mandibular gland secretions. Surprisingly, the odour trail extended only a short distance away from the food source, instead of providing a complete trail between the nest and the food source (as has been described for other stingless bees). This abbreviated trail may represent an intermediate strategy between full-trail marking, found in some stingless bees, and odour marking of the food alone, found in stingless bees and honeybees.
Las abejas no pueden dejar pistas en el aire..., por eso las dejan sobre el suelo. Martin Lindauer, uno de los discípulos de Frisch, estudió hace más de cuarenta años (Communication Among Social Bees, 1961) la segregación de pistas en las abejas sociales sin aguijón. Cada pocos metros van dejando marcas olorosas sobre determinados objetos como hojas o piedras, completando una pista entre el nido y el cebo. Este fue uno de los datos que me llevó al extraño convencimiento de que en la famosa danza de coleteo de la abeja de la miel, durante el corto trayecto rectilíneo, la abeja segregaba feromonas. Hace poco he leido que empienza a haber sospechas de una tal segregación de pista en la danza (J. Tautz, 2002). Y al hilo de contestarte, consultando en internet, me he llevado otra sorpresa: acaba de descubrirse que una especie de abeja sin aguijón no segrega una pista completa entre el nido y el cebo, sino una corta, de pocos metros,desde el cebo y en dirección al nido. El autor no aclara cómo la abeja reclutadora, desde el nido, es capaz de guiar al grupo reclutado hasta el comienzo de la corta pista previamente segregada y que desemboca, a pocos metros, en el cebo. Este es el resúmen del trabajo:
Pulsed mass recruitment by a stingless bee, Trigona hyalinata. Proc. R. Soc. Lond. B (2003)
James C. Nieh, Felipe A. L. Contrera, Paulo Nogueira-Neto
Abstract:
Research on bee communication has focused on the ability of the highly social bees, stingless bees (Hymenoptera, Apidae, Meliponini) and honeybees (Apidae, Apini), to communicate food location to nest-mates. Honeybees can communicate food location through the famous waggle dance. Stingless bees are closely related to honeybees and communicate food location through a variety of different mechanisms, many of which are poorly understood. We show that a stingless bee, Trigona hyalinata, uses a pulsed mass-recruitment system that is highly focused in time and space. Foragers produced an ephemeral, polarized, odour trail consisting of mandibular gland secretions. Surprisingly, the odour trail extended only a short distance away from the food source, instead of providing a complete trail between the nest and the food source (as has been described for other stingless bees). This abbreviated trail may represent an intermediate strategy between full-trail marking, found in some stingless bees, and odour marking of the food alone, found in stingless bees and honeybees.
En busca de la hormiga simbólica
Interesante e importante, es parecido a lo que predecías para la hormiga simbólica. Ya se está más cerca...
Pero sigo viendo más complicado (que no imposible) la aparición de un sistema así en un animal terrestre. Es una sensación que tengo, sólo eso.
Pero sigo viendo más complicado (que no imposible) la aparición de un sistema así en un animal terrestre. Es una sensación que tengo, sólo eso.