
Pues eso, este sábado nada más bajar del coche en un aparcamiento de la playa empiezan a subirle a mi mujer un montón de hormigas por las chanclas. Estaban nerviosillas, y mirando al suelo ya veo un macho por allí. Como era el primer día de mucho calor después de una semana me dije: "hoy hay vuelo nupcial, seguro". Dicho y hecho, nada más entrar en la arena de la playa veo a los veraneantes manoteando las omnipresentes y molestas "princesas" de Lasius y a las gaviotas poniendose las botas comiéndoselas. Mirase donde mirase, princesas y machos a mogollón... y yo sólo había llevado dos tristes eppendorfs

En fin, al día siguiente volvimos a la misma playa y aún hubo más reinas.
Por si interesa a alguien, playa de Portomaior, Bueu, península del Morrazo, Pontevedra.
Lección aprendida, hay que llevar botes incluso si vas a la playa
