Lo bueno que tiene vivir en una pequeña ciudad de provincia como Logroño es que en 10 minutos andando estás en pleno campo. Si caminas hacia el Pantano de La Grajera dirección suroeste los caminos de tierra son propiedad de las messor barbarus (o eso creo, no se mucho de identificar especies) Los bordes de los caminos y los antiguos campos de cereal sin cultivar estan llenos de sus hormigueros.
He observado en un par de combates solitarios entre cabezonas que la de menor tamaño, quizás por ser mas ágil, pone en más aprietos en la lucha a la más grande. La foto que voy a poner es en uno de estos caminos hacia el pantano. Una cabezona camina tranquilamente por la hilera entre sus hermanas pero lleva una enemiga partida aún enganchada y viva, en el torax. ¡Que duras!