Todas las especies de Myrmica que viven en la península son bastante similares a primera vista, y las diferencias en las obreras entre especies se deben a caracteres muy sutiles.
Recordemos que Myrmica suele vivir en sitios húmedos, y que la mayor diversidad de especies se da en el norte y en las zonas montañosas.
Espero que con la siguiente explicación se ayude a aclarar un poco qué tenemos delante cuando vemos una Myrmica aunque no enumeraré todos los caracteres diferenciadores. Los grupos que hago son artificiales, pero prácticos a la hora de avanzar en las identificaciones. No incluyo a las raras especies parásitas salvo M. vandeli.
De todos modos hay que tener en cuenta que sin medidas biométricas sobre varios ejemplares del mismo nido la identificación certera será en muchos casos difícil o imposible.
Hay que hacer notar que los machos suelen ser más informativos en la mayoría de los casos que las obreras o reinas.
Lo primero que hay que mirar son las antenas, desde “atrás”. Para aclarar, en la mayoría de ocasiones tal y como quedan las antenas de la hormiga, habría que mirar desde la parte de atrás de la cabeza.
Grupo “A” Presentan el escapo con una curvatura muy suave:
Grupo “B” Tienen una especie de estructura picuda en la base del escapo
Grupo “C” El escapo está muy curvado, y tienen un lóbulo semicircular en la base
Grupo “D” Escapo curvado como en “C”, pero sin lóbulo visible
Grupo “A”
Aquí entran dos especies, que se pueden diferenciar según sigue:
Myrmica ruginodis tiene las espinas más largas y el peciolo más truncado. El espacio entre las espinas está estriado transversalmente (esto ha sido difícil de fotografiar). Además suele ser habitante de bosques, anidando en madera. A más altitud como en prados alpinos, eso sí, habita en medios abiertos bajo piedras.
Myrmica rubra presenta espinas más cortas y el peciolo más redondeado. El espacio entre las espinas es liso. Suele habitar en medios abiertos (como curiosidad en el este de Europa vive en bosques).
Grupo “B”
Generalmente estas especies viven en altitud en la península.
Myrmica schencki
El espacio entre las aristas frontales es muy estrecho (la raya blanca, comparar con las fotos de las especies del mismo grupo)
Myrmica xavieri
El clípeo es entero, sin una depresión en medio como sí tienen M. lobulicornis y M. wesmaeli. En montañas, endemismo peninsular.
Myrmica lobulicornis
El peciolo forma un ángulo agudo en la parte posterior. En Pirineos y Cordillera Cantábrica, es de las que pueden subir por encima de los 2000m!
Myrmica wesmaeli
El peciolo en la parte posterior es más redondeado que en M. lobulicornis. En varias zonas montañosas, cuando está presente M. lobulicornis ocupa zonas más bajas que ésta. Por lo general su coloración es menos bicolora que en M. lobulicornis. Otro endemismo peninsular.
Grupo “C”
Posiblemente el grupo más difícil, pero también el más frecuente.
Myrmica specioides
La parte posterior del peciolo desciende en diagonal hacia el pospeciolo, sin “escalones”. La escultura suele ser más fina que en las otras especies.
Myrmica vandeli
Especie muy rara, citada del Pirineo, se considera parásita temporal de otras Myrmica. Dorsalmente presenta una estriación longitudinal muy uniforme.
Myrmica scabrinodis y M. martini
El peciolo suele ser truncado en la parte superior. En realidad, el carácter que las distingue es el ángulo en que el lóbulo del escapo cae hacia atrás; es difícil de ver sin práctica. Entre las dos especies hace falta mucha biometría para distinguirlas.
Myrmica spinosior
Quizá la más común del grupo en la mayor parte de la península. La parte superior del peciolo tiene forma de domo, redondeado.
Myrmica sabuleti
Muy similar a M. spinosior, pero se encuentra más frecuentemente en el norte, en climas más fríos. La diferencia más acusada se da en la proporción entre la anchura entre lóbulos y aristas frontales. La distinción entre las dos especies puede ser realmente desesperante! En las dos fotos siguientes podréis apreciar esa diferencia gracias a las marcas blancas. Nótese que en M. sabuleti la raya superior es proporcionalmente más pequeña que la inferior (es decir la relación entre lóbulo frontal y arista frontal) respecto M. spinosior:
M. sabuleti:
M. spinosior:
Grupo “D”
Myrmica sulcinodis
El peciolo es muy masivo, con la parte anterior ancha. A gran altitud en los Pirineos.
Myrmica aloba
Peciolo estrecho en la parte anterior. En toda la península, en variedad de ambientes. Por ejemplo en la cordillera cantábrica se encuentra en prados, en el área mediterránea en jardines o humedales. Endemismo peninsular (incluyendo Pirineos franceses).
Las Myrmica pueden resultar una pesadilla cuando se empieza con ellas, pero no hay que desesperar. Las explicaciones están siempre bien, pero lo mejor es ir acumulando material, e ir con el tiempo aprendiendo a diferenciarlas por uno mismo. Digámosle educar el ojo.
Añadir que dado el historial de sinonimizaciones y desinonimizaciones, descripción de especies nuevas, etc, convierten al género en una incógnita en muchos aspectos. Es decir, que la distribución real de muchas especies, por ejemplo, queda aún por determinar.
Y aprovecho para recordar que aunque extremadamente raras, las especies parásitas de Myrmica están ahí y a veces se encuentran ¡Mantened los ojos abiertos a las reinas pequeñas o muy peludas!
Esta es la reina de Myrmica bibikoffi. Es de tamaño parecido al de una reina de Myrmica "normal", pero nótese la pilosidad más abundante, fina y curvada. Además el pospeciolo es mucho más ancho y alto.
Myrmica lemasnei y Myrmica karavajevi son bastante más pequeñas que otras reinas del género y el pospeciolo tiene una proyección ventral bastante importante. Estas fotos son de M. lemasnei.
