Me he acercado hoy a la Biblioteca Nacional en búsqueda de un libro de título increíble e imposible:

Christiana y Catholica Política de Dios, mandada en la hormiga de la Fe de Christo, enseñada en la mostaza para todos, sin creíble controversia para alguno.

Aparece en una relación de libros prohibidos, sin mención de fecha ni localización; tan sólo se cita al autor: Miguel de Zetina. Busco en la sala de manuscritos y no encuentro nada. Paso a la sala de Bibliografía y muestro al experto bibliotecario el susodicho título. Me dice:

-¿Cree usted que hablará sobre hormigas?
-No se lo puedo asegurar, pero ya sabe que hasta los teólogos daban en hablar sobre estos insectos. Y además, vea, vea cómo el título hace referencia a la política de Dios, y precisamente el concepto de República solía asociarse en la antigüedad con las hormigas: De Formicarum Republica era el título de un opúsculo publicado en 1684 por Ioannis Andreae Schmidii.
-Visto así, quién sabe. Intentaré ayudarle.

El amable bibliotecario me muestra varios libros de bibliografía antigua. Encontramos un dato: el libro de Zetina aparece en los Índices de obras prohibidas por el Santo Oficio correspondientes a 1707, 1747 y 1790. Bien puede datarse el libro en la segunda mitad del siglo XVII. ¿El autor? Encuentro tres Miguel de Zetina de la época mencionada y candidatos a la autoría del libro. Uno, sacerdote radicado en México; otro, autor de una obra sobre el Fuero de Aragón, y un último Miguel de Cetina (con C) que estudió en el colegio de San Ildefonso de la Universidad de Alcalá de Henares. La intuición me dice que este último es el mejor candidato.

Dejo para otra ocasión la visita a Alcalá, ciudad puntera en las ciencias y las letras de los siglos XVI y XVII, y de donde era catedrático de medicina Bustamante de la Cámara, autor del libro De reptilibus vere animantibus sacrae Scripturae (1595), donde se halla el capítulo De Formica, acaso el texto más extenso dedicado a las hormigas de cuantos se escribieron en el mundo hasta esa fecha.

Fascinante...espero ansioso como termina la búsqueda.

Me encantan este tipo de incógnitas. Es divertisimo las peleas con los manuscritos antiguos buscando los datos que quieres, mucha suerte Josemary, si te puedo ayudar en algo.. ya sabes

¿Los libros prohibidos eran destruídos o bien "recluídos" en algún sitio?

Se supone que se hacían piras y se quemaban para purificarlos. Pero es posible que si está en los listados de las bibliotecas, estén perdidos en algún rincón. Todo depende de la fecha del inventario en el que aparezca el libro y si la quema fue antes o después

No necesariamente se quemaban. Incluso había licencias especiales para tener libros prohibidos, como era el caso de muchos conventos, que los guardaban en una sala separada que llamaban "infiernillo". Y como puede imaginarse, los libros prohibidos eran buscados con avidez por mucha gente. La prohibición más general consistía en no poder tenerlos ni leerlos, so pena de duros castigos.

Personalmente me tocó vivir algunos coletazos de la Inquisición. Era a principios de los años ochenta, en la Biblioteca Colombina de Sevilla. Las viejas fichas escritas a mano llevaban en muchos casos la atractiva indicación “Libro prohibido”. Se me ocurrió pedirle al serio, imponente y viejo cura -encargado entonces de esa maravillosa biblioteca- que me trajera una antigua edición francesa del Origen de las especies de Darwin. Su contestación fue terminante: “es un libro prohibido”. Y vive Dios, no pude consultarlo.

Soy el único que se está sintiendo transportado a El Nombre de la Rosa?

Sí, el nombre de la Rosa ,... menos mal que seguro que josemary no chupa el dedo para pasar páginas, no hay peligro de envenenamiento . De hecho en estos sitios los libros se tocan con guantes, creo.

Con ese título y estando en listas de prohibidos me da que tiene que ser una sátira de las buenas. Este post va a despertar mucha curiosidad.