
En su haber está la intensa promoción en América de una forma distinta de acercarse al conocimiento, la que discurre por los caminos de la Ilustración, y que se hará sentir en sus lecciones de matemáticas, en la introducción de las ideas de Newton y Copérnico, en la enseñanza de la nueva medicina de Boerhaave, en la creación de modernos planes de estudios, en la construcción de uno de los primeros observatorios astronómicos en el Nuevo Mundo…
La Botánica fue su gran pasión. Se conservan cerca de 7000 láminas de plantas pintadas a mano y numerosos textos científicos generados por la Expedición. En total, unos 4000 documentos custodiados en el Real Jardín Botánico de Madrid.
En 1773 Mutis envió a Linneo un cajón con muestras de Nueva Granada. He aquí lo que le respondió el célebre botánico sueco:
"Hay una riqueza tal de plantas raras y aves que me he quedado completamente estupefacto. En los últimos ocho días he examinado, al derecho y al revés, de día y de noche, todas estas cosas, y he saltado de alegría cuando aparecían plantas nuevas, nunca vistas por mí". Entre ellas, una que le dedicaría a Mutis:
"La llamaré Mutisia. Jamás he visto una planta más rara: su yerba es de clemátide; su flor, de singenesia. En este orden natural, ¿quién había oído hablar de una flor compuesta con tallo trepador, zarcilloso, pinnado?". En la lámina original de la Mutisia clematis, el tallo aparece con forma de M, en honor del sabio gaditano.

Mutis albergó otra pasión casi secreta: las hormigas. Sus observaciones de muchos años constituyen una novedad radical en la zoología de la época. Junto a Réaumur en Francia y Gould en Inglaterra, Mutis se convierte en uno de los iniciadores de la mirmecología en la segunda mitad del siglo XVIII.
Edward O. Wilson, profesor de Harvard y uno de los mayores especialistas en hormigas, ha mostrado entusiasmo por estos trabajos tan poco conocidos. En setiembre de 2007, en el curso de sus investigaciones mutisianas, viajó a Colombia y recogió especimenes en los lugares donde Mutis observó y estudió, hace ahora 200 años, las ubicuas hormigas americanas.

Valga esta nota como recuerdo y conmemoración del bicentenario de la muerte de José Celestino Mutis.