Etnomirmecología
- AlvaroGE
- Reina
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- Ubicación: En un lugar de Segovia de cuyo nombre no quiero acordarme...
Etnomirmecología
Muy intersante este artículo tambien.
No esecifican en la revista la especie de hormiga que se utilizaba para estos baños??
Saludos, continua con estas curiosas anécdotas. Gracias
No esecifican en la revista la especie de hormiga que se utilizaba para estos baños??
Saludos, continua con estas curiosas anécdotas. Gracias
El hombre siempre ha mirado hacia el cielo, queriendo saber que hay mas allá. Nosotros miramos al suelo, y hemos encontrado mucho mas de lo que el hombre encontrará mirando hacia arriba.
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Hola AlvaroGE. No se cita la especie. Pero apunto la posibilidad de que se trate de alguna Formica, probablemente del grupo rufa. Estas hormigas eran las utilizadas desde muy antiguo en preparados curativos especiales como el “agua de magnanimidad”, de la que espero hablar más adelante. Saludos.
Por una ciencia de las hormigas crítica, poética y diletante
Blog personal: Historias de hormigas
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ALFARERÍA HOTENTOTE CON TIERRA Y PUPAS DE HORMIGAS
A raíz del interés suscitado por la alfarería hotentote en nuestro compañero y artesano Serranogaster, pensé que podría merecer la pena ir a la fuente original del relato de Kolbe en el que narra la fabricación de vasijas con la tierra extraída por las hormigas y mezclada con pupas. He utilizado para la traducción la versión inglesa de 1731 (The present state of the Cape of Good Hope…), echando un vistazo a la francesa (algo diferente) de 1742.
Hotentotes fabricando esteras y vasijas (según P. Kolbe, 1731)
"Le mostraré ahora al lector cómo fabrican los hotentotes las vasijas de tierra. Todos los hotentotes son alfareros, y cada familia hace sus propias vasijas. Dichas vasijas las fabrican únicamente con la tierra de los hormigueros que se encuentra sobre la superficie del suelo, sin mezclarla con la que hay debajo. Purifican esta tierra quitando la grava y las piedras que pueda haber. Entonces la amasan con fuerza incorporando los huevos de hormigas dispersos aquí y allá. Estos huevos constituyen un poderoso aglutinante que quizá pocos conozcan en Europa. De esta tierra, convertida ahora en una especie de arcilla o masa, cogen la cantidad suficiente para hacer una vasija del tamaño deseado. Colocan la masa sobre una piedra plana y lisa, y comienzan a dar forma a la vasija empleando exclusivamente las manos (a la manera de un pastelero). El aspecto final es el de las urnas funerarias en las que los antiguos romanos conservaban las cenizas de los difuntos. Todas sus vasijas de tierra tienen esa forma de urna romana. Acto seguido la alisan, por dentro y por fuera, muy cuidadosamente, sin dejar el menor granulado o irregularidad. Hecho esto, la dejan un par de días al sol sobre la misma piedra en la que se elaboró. Tras este periodo la vasija está completamente seca, y la separan introduciendo entre la piedra y el fondo de la vasija una tira de tendón seco, moviéndola adelante y atrás como si se tratara de una sierra. Después meten la vasija en el horno, que consiste en un agujero en el suelo de la misma profundidad que la altura de la vasija, pero con una circunferencia el doble de ancha o más. Por encima y alrededor de la vasija hacen una hoguera rápida, que dejan arder hasta que se consume. Dicen los hotentotes que al calor de la llama los huevos de hormigas se funden y entremezclan por toda la materia de la vasija, ligándola y dándole la sorprendente solidez característica de la alfarería hotentote.
El color de las vasijas, tanto por dentro como por fuera, es negro azabache, color que adquieren, al decir de los hotentotes (y yo les creo), no por el humo o las llamas, sino debido a los huevos de hormigas. En ninguna parte de la vasija se aprecia cambio de colorido.
Sólo con esta manufactura hotentote sería suficiente para desterrar la supuesta estupidez e ignorancia con la que se considera a este pueblo en Europa, donde, según creo, no hay una sola vasija que desmerezca las de los hotentotes, ni que sea más ingeniosa. Fabricada sin instrumentos, salvo un cuchillo de vez en cuando, es la prueba de la destreza de los hotentotes. Y el hecho de hacerla de tierra impregnada con huevos de hormigas es la evidencia nada baladí de su inventiva".
A raíz del interés suscitado por la alfarería hotentote en nuestro compañero y artesano Serranogaster, pensé que podría merecer la pena ir a la fuente original del relato de Kolbe en el que narra la fabricación de vasijas con la tierra extraída por las hormigas y mezclada con pupas. He utilizado para la traducción la versión inglesa de 1731 (The present state of the Cape of Good Hope…), echando un vistazo a la francesa (algo diferente) de 1742.
Hotentotes fabricando esteras y vasijas (según P. Kolbe, 1731)
"Le mostraré ahora al lector cómo fabrican los hotentotes las vasijas de tierra. Todos los hotentotes son alfareros, y cada familia hace sus propias vasijas. Dichas vasijas las fabrican únicamente con la tierra de los hormigueros que se encuentra sobre la superficie del suelo, sin mezclarla con la que hay debajo. Purifican esta tierra quitando la grava y las piedras que pueda haber. Entonces la amasan con fuerza incorporando los huevos de hormigas dispersos aquí y allá. Estos huevos constituyen un poderoso aglutinante que quizá pocos conozcan en Europa. De esta tierra, convertida ahora en una especie de arcilla o masa, cogen la cantidad suficiente para hacer una vasija del tamaño deseado. Colocan la masa sobre una piedra plana y lisa, y comienzan a dar forma a la vasija empleando exclusivamente las manos (a la manera de un pastelero). El aspecto final es el de las urnas funerarias en las que los antiguos romanos conservaban las cenizas de los difuntos. Todas sus vasijas de tierra tienen esa forma de urna romana. Acto seguido la alisan, por dentro y por fuera, muy cuidadosamente, sin dejar el menor granulado o irregularidad. Hecho esto, la dejan un par de días al sol sobre la misma piedra en la que se elaboró. Tras este periodo la vasija está completamente seca, y la separan introduciendo entre la piedra y el fondo de la vasija una tira de tendón seco, moviéndola adelante y atrás como si se tratara de una sierra. Después meten la vasija en el horno, que consiste en un agujero en el suelo de la misma profundidad que la altura de la vasija, pero con una circunferencia el doble de ancha o más. Por encima y alrededor de la vasija hacen una hoguera rápida, que dejan arder hasta que se consume. Dicen los hotentotes que al calor de la llama los huevos de hormigas se funden y entremezclan por toda la materia de la vasija, ligándola y dándole la sorprendente solidez característica de la alfarería hotentote.
El color de las vasijas, tanto por dentro como por fuera, es negro azabache, color que adquieren, al decir de los hotentotes (y yo les creo), no por el humo o las llamas, sino debido a los huevos de hormigas. En ninguna parte de la vasija se aprecia cambio de colorido.
Sólo con esta manufactura hotentote sería suficiente para desterrar la supuesta estupidez e ignorancia con la que se considera a este pueblo en Europa, donde, según creo, no hay una sola vasija que desmerezca las de los hotentotes, ni que sea más ingeniosa. Fabricada sin instrumentos, salvo un cuchillo de vez en cuando, es la prueba de la destreza de los hotentotes. Y el hecho de hacerla de tierra impregnada con huevos de hormigas es la evidencia nada baladí de su inventiva".
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- TeleutoAmonio
- Obrera
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- Registrado: 14 Sep 2007 00:29
- Ubicación: Burgos (España)
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Pues acabo de encontrar esto.
Ritual con hormigas para hacerse hombre, de National Geographic, y al hilo de mensajes anteriores en este post.
Ambos vídeos comparten imágenes, uno más largo y otro un poco resumen.
Un saludo,
NH4
Ritual con hormigas para hacerse hombre, de National Geographic, y al hilo de mensajes anteriores en este post.
Ambos vídeos comparten imágenes, uno más largo y otro un poco resumen.
Un saludo,
NH4
Hay tantos "bichos" adorables que a uno le gustaría saber de todo, pero soy mortal.
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Gracias, TeleutoAmonio. Los videos son fantásticos. El primero ya lo había puesto MadGator en la sección de Referencias, y aquí encajan ahora perfectamente. Me ha llamado la atención cómo drogan a las hormigas para poder insertarlas en la estera iniciática, un aspecto que me intrigaba en los relatos escritos de este rito.
En la BHME pusé también un relato de 1931 sobre la iniciación de los indios rucuyos del Amazonas, llamado “Makaré”, aún más horripilante y doloroso…:http://www.lamarabunta.org/videos/Nuevo ... Marake.pdf
En la BHME pusé también un relato de 1931 sobre la iniciación de los indios rucuyos del Amazonas, llamado “Makaré”, aún más horripilante y doloroso…:http://www.lamarabunta.org/videos/Nuevo ... Marake.pdf
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COMUNIDAD DE REAL DE CATORCE, SAN LUIS POTOSÍ, MÉXICO
Uso medicinal de las hormigas melíferas (Myrmecocystus mexicanus)
El siguiente y vívido relato de Mercedes Martha Aquino (México desconocido No. 275 / enero 2000) trata sobre la tradición recolectora de hormigas de miel, aún vigente, de una comunidad mexicana. Emplean la “miel” de la especie Myrmecocystus mexicanus para combatir la fiebre infantil, la otitis y otras infecciones. Los recolectores cuidan al extremo no perturbar los nidos, devolviendo al mismo los ejemplares de los que extraen el ansiado líquido.
Myrmecystus mexicanus (Fotografía de Alex Wild)
[…] El uso de insectos con fines medicinales es una tradición que en América viene desde los tiempos prehispánicos.
En nuestro país, culturas como la nahua, la zapoteca, la mixteca y la maya, entre muchas otras, han utilizado a una gran variedad de insectos para aliviar enfermedades digestivas, respiratorias, óseas, nerviosas y circulatorias, y también los han aprovechado como antibióticos, bactericidas, tónicos, etcétera.
En el caso de la miel de hormiga, ésta se emplea en el tratamiento de otitis, infecciones en la boca y para controlar la fiebre en los niños.
Australia es otro de los lugares donde encontramos estos insectos. Allí los aborígenes practican la extracción de miel de hormiga para usarla como alimento y como medicina en forma de bálsamo, así como para la producción de un licor especial. […]
La extracción de miel de hormiga es practicada actualmente por unas cuantas familias de la comunidad de Real de Catorce, San Luis Potosí. Los conocimientos se heredan de generación en generación, y la costumbre, ahora casi extinta, es un bien preciado dentro de las maravillosas posibilidades que ofrece la naturaleza en nuestro país.
El procedimiento de extracción no es complicado, pero requiere de mucha paciencia y gran delicadeza para no destruir la frágil membrana de las hormigas-almacén ni la compleja estructura de sus pequeños nidos.
Las esferas se retiran del hormiguero y se colocan en una penca de maguey previamente cortada. Una por una las hormigas se apilan hasta lograr un número considerable. Posteriormente, con una espina de la misma planta se van perforando y oprimiendo las esferas de los insectos, cuidando de no dañarlos, para extraer el líquido que lentamente va depositándose en el fondo de la penca. Esta operación es la más delicada. Una vez que el dulce líquido se extrajo, la hormiga es devuelta a su hormiguero, donde inmediatamente sus compañeras la ayudan a regresar a las profundidades de la tierra, donde más adelante volverá a llenar su depósito, luego de que la membrana sea restaurada. Así, el ciclo no se interrumpe y la especie puede continuar su rutina.
Las quince esferas recolectadas por nosotros produjeron unos diez mililitros de miel. Según cálculos estimativos, un nido con varios miles de hormigas puede llegar a contener hasta seiscientos depósitos del dulce líquido, y se deduce que por cada mil de estas hormigas-almacén es posible obtener medio kilo de miel.
Esta miel llega a durar varios años y es utilizada medicinalmente en la cura de los padecimientos ya mencionados. Su sabor es ligeramente agrio al principio, pero después deja una agradable sensación de dulce frescor que se abre paso hasta la garganta. […]
Es importante mencionar que varias especies de hormigas no permanecen siempre en el mismo nido. En ocasiones se mueven en busca de alimento y llegan a hacer refugios temporales. Si se sienten agredidas se trasladan a otro sitio y de esta manera será difícil volver a encontrarlas, por lo que quienes practican la extracción de miel virgen resaltan siempre el cuidado y respeto que se les debe tener a estas criaturas maravillosas.
El sentido del oído es vital para el recolector de miel virgen, ya que dependiendo del sonido que hace la barra al excavar la tierra es posible saber si más abajo se encuentra una galería vacía, una piedra o una cámara que contiene decenas de hormigas cuidando sus esferas. Hay que saber escarbar para no maltratarlas.
Una vez que las hormigas son regresadas a la tierra, el contenido de la penca se escurre en un recipiente; posteriormente se cuela y se transvasa para eliminar el asiento producido por impurezas y tierra. Ya terminada la recolección se coloca una piedra de buen tamaño encima de lo excavado para dar tiempo a la colonia de que vuelva a organizarse y a recomponer sus galerías. Luego se cubre todo con tierra, de manera que el hormiguero no quede expuesto a la intemperie ni a otros depredadores que podrían romper su equilibrio. El pequeño frasco con miel que logramos recolectar será guardado como un delicado tesoro. […]
Uso medicinal de las hormigas melíferas (Myrmecocystus mexicanus)
El siguiente y vívido relato de Mercedes Martha Aquino (México desconocido No. 275 / enero 2000) trata sobre la tradición recolectora de hormigas de miel, aún vigente, de una comunidad mexicana. Emplean la “miel” de la especie Myrmecocystus mexicanus para combatir la fiebre infantil, la otitis y otras infecciones. Los recolectores cuidan al extremo no perturbar los nidos, devolviendo al mismo los ejemplares de los que extraen el ansiado líquido.
Myrmecystus mexicanus (Fotografía de Alex Wild)
[…] El uso de insectos con fines medicinales es una tradición que en América viene desde los tiempos prehispánicos.
En nuestro país, culturas como la nahua, la zapoteca, la mixteca y la maya, entre muchas otras, han utilizado a una gran variedad de insectos para aliviar enfermedades digestivas, respiratorias, óseas, nerviosas y circulatorias, y también los han aprovechado como antibióticos, bactericidas, tónicos, etcétera.
En el caso de la miel de hormiga, ésta se emplea en el tratamiento de otitis, infecciones en la boca y para controlar la fiebre en los niños.
Australia es otro de los lugares donde encontramos estos insectos. Allí los aborígenes practican la extracción de miel de hormiga para usarla como alimento y como medicina en forma de bálsamo, así como para la producción de un licor especial. […]
La extracción de miel de hormiga es practicada actualmente por unas cuantas familias de la comunidad de Real de Catorce, San Luis Potosí. Los conocimientos se heredan de generación en generación, y la costumbre, ahora casi extinta, es un bien preciado dentro de las maravillosas posibilidades que ofrece la naturaleza en nuestro país.
El procedimiento de extracción no es complicado, pero requiere de mucha paciencia y gran delicadeza para no destruir la frágil membrana de las hormigas-almacén ni la compleja estructura de sus pequeños nidos.
Las esferas se retiran del hormiguero y se colocan en una penca de maguey previamente cortada. Una por una las hormigas se apilan hasta lograr un número considerable. Posteriormente, con una espina de la misma planta se van perforando y oprimiendo las esferas de los insectos, cuidando de no dañarlos, para extraer el líquido que lentamente va depositándose en el fondo de la penca. Esta operación es la más delicada. Una vez que el dulce líquido se extrajo, la hormiga es devuelta a su hormiguero, donde inmediatamente sus compañeras la ayudan a regresar a las profundidades de la tierra, donde más adelante volverá a llenar su depósito, luego de que la membrana sea restaurada. Así, el ciclo no se interrumpe y la especie puede continuar su rutina.
Las quince esferas recolectadas por nosotros produjeron unos diez mililitros de miel. Según cálculos estimativos, un nido con varios miles de hormigas puede llegar a contener hasta seiscientos depósitos del dulce líquido, y se deduce que por cada mil de estas hormigas-almacén es posible obtener medio kilo de miel.
Esta miel llega a durar varios años y es utilizada medicinalmente en la cura de los padecimientos ya mencionados. Su sabor es ligeramente agrio al principio, pero después deja una agradable sensación de dulce frescor que se abre paso hasta la garganta. […]
Es importante mencionar que varias especies de hormigas no permanecen siempre en el mismo nido. En ocasiones se mueven en busca de alimento y llegan a hacer refugios temporales. Si se sienten agredidas se trasladan a otro sitio y de esta manera será difícil volver a encontrarlas, por lo que quienes practican la extracción de miel virgen resaltan siempre el cuidado y respeto que se les debe tener a estas criaturas maravillosas.
El sentido del oído es vital para el recolector de miel virgen, ya que dependiendo del sonido que hace la barra al excavar la tierra es posible saber si más abajo se encuentra una galería vacía, una piedra o una cámara que contiene decenas de hormigas cuidando sus esferas. Hay que saber escarbar para no maltratarlas.
Una vez que las hormigas son regresadas a la tierra, el contenido de la penca se escurre en un recipiente; posteriormente se cuela y se transvasa para eliminar el asiento producido por impurezas y tierra. Ya terminada la recolección se coloca una piedra de buen tamaño encima de lo excavado para dar tiempo a la colonia de que vuelva a organizarse y a recomponer sus galerías. Luego se cubre todo con tierra, de manera que el hormiguero no quede expuesto a la intemperie ni a otros depredadores que podrían romper su equilibrio. El pequeño frasco con miel que logramos recolectar será guardado como un delicado tesoro. […]
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ABORIGENES AUSTRALIANOS (ALICE SPRINGS Y PARQUE NACIONAL ULURU)
Uso alimentario de las hormigas melíferas (Camponotus inflatus)
Camponotus inflatus
En 1987 John R. Conway, de la Universidad de Scranton, organizó varias expediciones a Alice Springs y al Parque Nacional Uluru para estudiar la biología de Camponotus inflatus y su uso por parte de los aborígenes australianos.
Aunque hay referencias sobre el empleo medicinal y en bebidas fermentadas de estas hormigas melíferas, Conway afirmó que su uso primordial era alimentario. La recolecciones las efectuaban normalmente las mujeres mayores, utilizando en la excavaciones palos cavadores, palas y platillos de madera. En una hectárea encontró 27 nidos cavados. Las excavaciones eran parciales y duraban no más de una hora cada una. Dedujo que los aborígenes desarrollaban esta estrategia para preservar las diferentes colonias manteniendo en ellas un número suficiente de individuos. Ya capturadas, eran comidas una a una sujetándolas por la cabeza y mordiendo y separando el abdomen. De sabor dulce, resultan nutritivas por su contenido de glucosa, fructosa y proteinas.
Aborígenes australianos cavando nidos de hormigas melíferas
Las hormigas melíferas son un totem sagrado para algunos clanes aborígenes. Forman parte de rituales, cantos y ceremonias de iniciación. Desde tiempo inmemorial, hasta hoy mismo, son objeto del arte aborigen.
Pintura de Audrey Rubuntja
Fuente: Conway, John R. 1990. A program profile: honey ants and australian aborigines. The food insects newsletter, vol. III, nº 1: 2.
Uso alimentario de las hormigas melíferas (Camponotus inflatus)
Camponotus inflatus
En 1987 John R. Conway, de la Universidad de Scranton, organizó varias expediciones a Alice Springs y al Parque Nacional Uluru para estudiar la biología de Camponotus inflatus y su uso por parte de los aborígenes australianos.
Aunque hay referencias sobre el empleo medicinal y en bebidas fermentadas de estas hormigas melíferas, Conway afirmó que su uso primordial era alimentario. La recolecciones las efectuaban normalmente las mujeres mayores, utilizando en la excavaciones palos cavadores, palas y platillos de madera. En una hectárea encontró 27 nidos cavados. Las excavaciones eran parciales y duraban no más de una hora cada una. Dedujo que los aborígenes desarrollaban esta estrategia para preservar las diferentes colonias manteniendo en ellas un número suficiente de individuos. Ya capturadas, eran comidas una a una sujetándolas por la cabeza y mordiendo y separando el abdomen. De sabor dulce, resultan nutritivas por su contenido de glucosa, fructosa y proteinas.
Aborígenes australianos cavando nidos de hormigas melíferas
Las hormigas melíferas son un totem sagrado para algunos clanes aborígenes. Forman parte de rituales, cantos y ceremonias de iniciación. Desde tiempo inmemorial, hasta hoy mismo, son objeto del arte aborigen.
Pintura de Audrey Rubuntja
Fuente: Conway, John R. 1990. A program profile: honey ants and australian aborigines. The food insects newsletter, vol. III, nº 1: 2.
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GALLETAS DE HORMIGAS
Venezuela y Costa Rica
(Receta 1)
En el año 2006 Nelson Méndez, del Centro Venezolano de Capacitación Gastronómica, disertó sobre la cocina del Amazonas en el marco del Salón Internacional de la Gastronomía celebrado en la Universidad Metropolitana de Caracas. Entre otros platos exóticos dio a probar sus galletas de hormigas, hechas con hormigas culonas (Atta sp.).
Fotografía de Elena Hernández
En 2008 varios estudiantes de informática de la Universidad Nacional de Costa Rica presentaron igualmente unas galletas de hormigas en la Feria de Emprendedores de dicha institución. Animados por su éxito crearon la empresa “Hormiguetas”.
He aquí la receta de dichas galletas de acuerdo con Betania Artavia:
Las hormigas se compran en una granja, ya van limpias; sin embargo, los jóvenes las vuelven a lavar para mayor higiene, posteriormente las tuestan en un sartén, y las muelen.
Mientras se prepara la mezcla para galletas al estilo casero, y en la casa de alguno de los cinco miembros del grupo, cuando la pasta está en su punto se le agregan las hormigas ya pulverizadas, así como la macadamia o el chocolate. Se continúa con el proceso de elaboración, se les da forma a las galletas, se colocan en una bandeja y se ponen a hornear.
Posteriormente las galletas son colocadas en bolsitas que se venden a ¢500 cada una, se consiguen en ferias o pueden solicitarlas a la empresa de los jóvenes denominada Hormiguetas S.A.
Diego Méndez, gerente de la empresa juvenil, explicó que por ahora es un proyecto pequeño pero esperan a través de iniciativas que les permitan darse a conocer y llevar su producto más allá, explotando sus ventajas nutricionales.
Venezuela y Costa Rica
(Receta 1)
En el año 2006 Nelson Méndez, del Centro Venezolano de Capacitación Gastronómica, disertó sobre la cocina del Amazonas en el marco del Salón Internacional de la Gastronomía celebrado en la Universidad Metropolitana de Caracas. Entre otros platos exóticos dio a probar sus galletas de hormigas, hechas con hormigas culonas (Atta sp.).
Fotografía de Elena Hernández
En 2008 varios estudiantes de informática de la Universidad Nacional de Costa Rica presentaron igualmente unas galletas de hormigas en la Feria de Emprendedores de dicha institución. Animados por su éxito crearon la empresa “Hormiguetas”.
He aquí la receta de dichas galletas de acuerdo con Betania Artavia:
Las hormigas se compran en una granja, ya van limpias; sin embargo, los jóvenes las vuelven a lavar para mayor higiene, posteriormente las tuestan en un sartén, y las muelen.
Mientras se prepara la mezcla para galletas al estilo casero, y en la casa de alguno de los cinco miembros del grupo, cuando la pasta está en su punto se le agregan las hormigas ya pulverizadas, así como la macadamia o el chocolate. Se continúa con el proceso de elaboración, se les da forma a las galletas, se colocan en una bandeja y se ponen a hornear.
Posteriormente las galletas son colocadas en bolsitas que se venden a ¢500 cada una, se consiguen en ferias o pueden solicitarlas a la empresa de los jóvenes denominada Hormiguetas S.A.
Diego Méndez, gerente de la empresa juvenil, explicó que por ahora es un proyecto pequeño pero esperan a través de iniciativas que les permitan darse a conocer y llevar su producto más allá, explotando sus ventajas nutricionales.
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ETNIA BANIVA (VENEZUELA)
Catara o Picante de Bachaco Culón (reina de Atta sp.)
(Receta 2)
Este condimento o salsa picante ha sido elaborado tradicionalmente por los indios del Amazonas venezolano. En su conposición entran proteinas y carbohidratos, conteniendo un 40% de calorías vegetales.
Hace tiempo nuestro compañero Ozo nos habló del frasco de catara que quería compartir con el resto de asistentes al Museo Vivo de los Insectos Sociales de João Pedro Cappas e Sousa. Nos transquibía entonces el curioso prospecto de una empresa que comercializa este condimento amazónico:
El picante de bachaco culón es elaborado por la etnia Banivas, radicada al sur del Estado Amazonas. Es conocido por sus cualidades afrodisíacas, su iniguanable sabor, una indescriptible sensación picante y lo exótico de su origen.
Los Bachacos son recolectados por el grupo familiar luego de la época de reproducción, tostados, molidos y mezclados con el "Catara", que es el jugo de la yuca, soya natural, sal, apio España, ajoporro y cebollín.
Sus cualidades afrodisíacas se deben, según estudios, al alto contenido de zinc, fósforo y proteínas naturales así como a la ausencia de preservativos.
Advertencia: Se ha determinado que el empleo de este poderoso estimulante sexual en sopas, empanadas, arepas y/o parrillas, puede aumentar el tamaño de su Familia.
Catara o Picante de Bachaco Culón (reina de Atta sp.)
(Receta 2)
Este condimento o salsa picante ha sido elaborado tradicionalmente por los indios del Amazonas venezolano. En su conposición entran proteinas y carbohidratos, conteniendo un 40% de calorías vegetales.
Hace tiempo nuestro compañero Ozo nos habló del frasco de catara que quería compartir con el resto de asistentes al Museo Vivo de los Insectos Sociales de João Pedro Cappas e Sousa. Nos transquibía entonces el curioso prospecto de una empresa que comercializa este condimento amazónico:
El picante de bachaco culón es elaborado por la etnia Banivas, radicada al sur del Estado Amazonas. Es conocido por sus cualidades afrodisíacas, su iniguanable sabor, una indescriptible sensación picante y lo exótico de su origen.
Los Bachacos son recolectados por el grupo familiar luego de la época de reproducción, tostados, molidos y mezclados con el "Catara", que es el jugo de la yuca, soya natural, sal, apio España, ajoporro y cebollín.
Sus cualidades afrodisíacas se deben, según estudios, al alto contenido de zinc, fósforo y proteínas naturales así como a la ausencia de preservativos.
Advertencia: Se ha determinado que el empleo de este poderoso estimulante sexual en sopas, empanadas, arepas y/o parrillas, puede aumentar el tamaño de su Familia.
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POLVO DE HORMIGAS PARA LAS ENFERMEDADES DEL GANADO
Europa (siglo XIX)
Resulta verdaderamente interesante que a mediados del siglo XIX algunos tratados europeos de agricultura mencionen recetas basadas en hormigas para paliar diversas enfermedades del ganado. Así, por ejemplo, el Diccionario de Agricultura Práctica (1855), obra en 7 tomos coordinada por Esteban Collantes y Agustín Alfaro.
Las hormigas, ya maceradas o en polvo, eran utilizadas como excitante y remedio contra las enfermedades gástricas y hepáticas de caballos, bueyes y ovejas.
“Las hormigas, según Vitel, se emplean en la medicina, mezcladas y maceradas en un vehículo acuoso, para excitar y aumentar el movimiento de las arterias, dar vigor al animal débil, excitar el curso de la orina, y mas frecuentemente el sudor. Este remedio es muy recomendable en todas las enfermedades de debilidad, en las convulsivas y espasmódicas, en la obstrucción de las vísceras del abdomen, y, particularmente, en las enfermedades del hígado del ganado lanar, dimanadas de alimentos muy húmedos. El polvo de hormigas tiene la misma propiedad y obra con la misma virtud en el buey, el caballo y la oveja, para excitar el sudor y curar las enfermedades del hígado.
Tómese un puñado de hormigas, tritúrese, añádaseles poco a poco libra y media de agua pura o de infusión de raíz de angélica, y expóngase esta mezcla al calor del baño maría por espacio de una hora. Este remedio se debe administrar a los animales por la mañana en ayunas.
Hacia fines de octubre se puede coger un hormiguero con todo lo que le rodea, a excepción de la tierra, se pone a secar en un horno, dentro de un saco de lienzo, un poco humedecido, de manera que el calor del horno no haga mas que tostar ligeramente el lienzo; después de sacado del horno se reduce el hormiguero a polvo sutil, que se conservará en una vasija de vidrio, bien tapada, y se puede dar después mezclada con cebada y sal. La dosis es desde tres onzas hasta media libra para el buey y el caballo, y desde dos hasta cuatro onzas para los lanares”.
Europa (siglo XIX)
Resulta verdaderamente interesante que a mediados del siglo XIX algunos tratados europeos de agricultura mencionen recetas basadas en hormigas para paliar diversas enfermedades del ganado. Así, por ejemplo, el Diccionario de Agricultura Práctica (1855), obra en 7 tomos coordinada por Esteban Collantes y Agustín Alfaro.
Las hormigas, ya maceradas o en polvo, eran utilizadas como excitante y remedio contra las enfermedades gástricas y hepáticas de caballos, bueyes y ovejas.
“Las hormigas, según Vitel, se emplean en la medicina, mezcladas y maceradas en un vehículo acuoso, para excitar y aumentar el movimiento de las arterias, dar vigor al animal débil, excitar el curso de la orina, y mas frecuentemente el sudor. Este remedio es muy recomendable en todas las enfermedades de debilidad, en las convulsivas y espasmódicas, en la obstrucción de las vísceras del abdomen, y, particularmente, en las enfermedades del hígado del ganado lanar, dimanadas de alimentos muy húmedos. El polvo de hormigas tiene la misma propiedad y obra con la misma virtud en el buey, el caballo y la oveja, para excitar el sudor y curar las enfermedades del hígado.
Tómese un puñado de hormigas, tritúrese, añádaseles poco a poco libra y media de agua pura o de infusión de raíz de angélica, y expóngase esta mezcla al calor del baño maría por espacio de una hora. Este remedio se debe administrar a los animales por la mañana en ayunas.
Hacia fines de octubre se puede coger un hormiguero con todo lo que le rodea, a excepción de la tierra, se pone a secar en un horno, dentro de un saco de lienzo, un poco humedecido, de manera que el calor del horno no haga mas que tostar ligeramente el lienzo; después de sacado del horno se reduce el hormiguero a polvo sutil, que se conservará en una vasija de vidrio, bien tapada, y se puede dar después mezclada con cebada y sal. La dosis es desde tres onzas hasta media libra para el buey y el caballo, y desde dos hasta cuatro onzas para los lanares”.
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USO DE LA TIERRA DE HORMIGUEROS COMO PIGMENTO
Aborígenes australianos
En el lago Macquarie y la zona oriental de Australia se ha documentado que los aborígenes utilizan la tierra de los hormigueros como pigmento para sus pinturas. Se trata del mineral limonita (hidróxido de hierro), de color amarillo.
Lago Macquarie. Acuarela de Alfred Sharpe, 1906 (Auckland Art Gallery)
Referencia: Cherry, Ron. (1991). Use of insects by Australian Aborigines. American Entomologist 32: 8-13.
Aborígenes australianos
En el lago Macquarie y la zona oriental de Australia se ha documentado que los aborígenes utilizan la tierra de los hormigueros como pigmento para sus pinturas. Se trata del mineral limonita (hidróxido de hierro), de color amarillo.
Lago Macquarie. Acuarela de Alfred Sharpe, 1906 (Auckland Art Gallery)
Referencia: Cherry, Ron. (1991). Use of insects by Australian Aborigines. American Entomologist 32: 8-13.
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ACEITE DE HORMIGAS PARA COCINAR ALIMENTOS
Pueblo Pamue (etnia Fang)
Guinea Ecuatorial, Camerún y Gabón
En este precioso relato anónimo que he encontrado en una revista de 1919 se narra el método con que los pamues cazan hormigas aladas, y la forma en que elaboran con ellas un aceite muy apreciado que emplean en sus guisos.
Guerreros pamues
"Allí usan mucho como alimento el aceite de hormiga, que es lo único de todo lo que se nos ha ofrecido que nos hemos resistido a probar, tal vez por haber visto cómo se frabica.
Existen unas hormigas aladas grandes y muy negras que forman bandadas de millones y millones; se notan cuando se aproximan a un poblado porque horas antes empiezan a verse algunas. A esta señal se preparan en el pueblo a la cacería. En el suelo de la única calle o a la entrada del pueblo se encienden varias hogueras, porque dichas hormigas acuden a la luz como las mariposas. Alrededor de las hogueras se colocan verticales al suelo, y se sujetan con trapos de bambú, unos paños blancos que dejan transparentar la claridad de la hoguera, y debajo de estos paños unas grandes esterillas tejidas con hojas de palmera. Las hormigas vuelan hacia las llamas, tropiezan con el paño blanco, y en el instante mismo de tropezar pierden sus ténues alas y caen al suelo sobre la esterilla. Varios individuos situados en derredor de ella tienen cuidado de que no se escapen.
Próximas al lugar tienen preparadas ollas muy grandes de hierro a medio llenar de agua, donde van echando las hormigas a medida que se van llenando las esterillas.
Esto da lugar a que toda la noche que dura esta especial cacería estén de fiesta en el pueblo y se haga “balcle”, baile típico del país, de que nos ocuparemos en otro capítulo por ser muy curioso y original.
Al día siguiente aquellas ollas o calderas son puestas al fuego. Antes de que el agua rompa a hervir las hormigas se han hinchado enormemente en proporción con su tamaño.
Se las va sacando y echando en esos grandes morteros de que antes hablábamos. Allí se las tritura a fuerza de golpes, hasta que forma todo un cuerpo gelatinoso. Por medio de picantes y de calor se le hace fermentar y a los tres o cuatro días de fermentación lo van pasando o colando a través de una tela blanca, y obtienen un aceite que, si no fuese por el olor, parecería un excelente aceite de oliva muy bien clarificado, y apreciado muchísimo por ellos, que no lo obtienen con la frecuencia que desearían porque no es muy corriente el paso de los hormigueros por los poblados.
Cuando por casualidad se sabe que hay alguno por el bosque, sale una gran parte del pueblo en su busca, y entonces se hace en mitad del bosque todo lo que hemos descrito en el pueblo.
Este aceite lo emplen mucho más que el de almendra, en lo que ellos estiman como guisos delicados, que son los de carne".
Fuente: “Cuáles son y cómo condimentan los Pamues sus alimentos”. Revista La Ilustración española y americana (22/01/1919).
Pueblo Pamue (etnia Fang)
Guinea Ecuatorial, Camerún y Gabón
En este precioso relato anónimo que he encontrado en una revista de 1919 se narra el método con que los pamues cazan hormigas aladas, y la forma en que elaboran con ellas un aceite muy apreciado que emplean en sus guisos.
Guerreros pamues
"Allí usan mucho como alimento el aceite de hormiga, que es lo único de todo lo que se nos ha ofrecido que nos hemos resistido a probar, tal vez por haber visto cómo se frabica.
Existen unas hormigas aladas grandes y muy negras que forman bandadas de millones y millones; se notan cuando se aproximan a un poblado porque horas antes empiezan a verse algunas. A esta señal se preparan en el pueblo a la cacería. En el suelo de la única calle o a la entrada del pueblo se encienden varias hogueras, porque dichas hormigas acuden a la luz como las mariposas. Alrededor de las hogueras se colocan verticales al suelo, y se sujetan con trapos de bambú, unos paños blancos que dejan transparentar la claridad de la hoguera, y debajo de estos paños unas grandes esterillas tejidas con hojas de palmera. Las hormigas vuelan hacia las llamas, tropiezan con el paño blanco, y en el instante mismo de tropezar pierden sus ténues alas y caen al suelo sobre la esterilla. Varios individuos situados en derredor de ella tienen cuidado de que no se escapen.
Próximas al lugar tienen preparadas ollas muy grandes de hierro a medio llenar de agua, donde van echando las hormigas a medida que se van llenando las esterillas.
Esto da lugar a que toda la noche que dura esta especial cacería estén de fiesta en el pueblo y se haga “balcle”, baile típico del país, de que nos ocuparemos en otro capítulo por ser muy curioso y original.
Al día siguiente aquellas ollas o calderas son puestas al fuego. Antes de que el agua rompa a hervir las hormigas se han hinchado enormemente en proporción con su tamaño.
Se las va sacando y echando en esos grandes morteros de que antes hablábamos. Allí se las tritura a fuerza de golpes, hasta que forma todo un cuerpo gelatinoso. Por medio de picantes y de calor se le hace fermentar y a los tres o cuatro días de fermentación lo van pasando o colando a través de una tela blanca, y obtienen un aceite que, si no fuese por el olor, parecería un excelente aceite de oliva muy bien clarificado, y apreciado muchísimo por ellos, que no lo obtienen con la frecuencia que desearían porque no es muy corriente el paso de los hormigueros por los poblados.
Cuando por casualidad se sabe que hay alguno por el bosque, sale una gran parte del pueblo en su busca, y entonces se hace en mitad del bosque todo lo que hemos descrito en el pueblo.
Este aceite lo emplen mucho más que el de almendra, en lo que ellos estiman como guisos delicados, que son los de carne".
Fuente: “Cuáles son y cómo condimentan los Pamues sus alimentos”. Revista La Ilustración española y americana (22/01/1919).
Por una ciencia de las hormigas crítica, poética y diletante
Blog personal: Historias de hormigas
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Etnomirmecología
PICADURAS DE HORMIGAS PARA ELONGAR LOS GENITALES FEMENINOS
Nativos de la isla Ponape (Micronesia)
Vista de Ponape, 1899-1900. (Fotografía de Harry C. Fassett, Smithsonian Institution)
En muchas sociedades resulta sexualmente atractivo que los labios mayores o menores de la vulva de la mujer sean grandes y elongados.
En 1880 el etnólogo O. Finsch describió entre los nativos de la isla Ponape, en el archipiélago micronésico de las Carolinas, cómo las niñas eran sometidas, antes de su pubertad, a un tratamiento especial para agrandar el clítoris y alargar los labios menores o ninfas de sus vulvas (alcanzando el estado conocido como macroninfia o sinus pudoris, fenómeno muy conocido por los famosos casos de esteatopigia e hipertrofia genital de los hotentotes y bosquimanos).
Mujeres de Ponape (madre e hija, c. 1910)
Los encargados de dicha manipulación eran viejos impotentes de la comunidad Ponape, que tiraban de los labios menores, los frotaban y succionaban.
Además de esta operación, las mismas muchachas ponían sobre sus vulvas “hormigas negras” cuyos aguijonazos provocaban la hinchazón del clítoris y de los labios menores.
Fuentes:
--Finsch, O. 1880. Über die Bewohner von Ponapé (östl. Carolinen), Zeitschr Ethnol. 12: [p316], citado en: Janssen, D. F. (Oct., 2002). Growing Up Sexually. Volume I: World Reference Atlas [http://www2.hu-Berlin.de/sexology/GESUN ... ICSOLD.HTM].
-- Hatfield, E. and Rapson R. L.. 1993. Love, Sex, and Intimacy. Their Psychology, Biology, and History. University of Hawaii.
Nativos de la isla Ponape (Micronesia)
Vista de Ponape, 1899-1900. (Fotografía de Harry C. Fassett, Smithsonian Institution)
En muchas sociedades resulta sexualmente atractivo que los labios mayores o menores de la vulva de la mujer sean grandes y elongados.
En 1880 el etnólogo O. Finsch describió entre los nativos de la isla Ponape, en el archipiélago micronésico de las Carolinas, cómo las niñas eran sometidas, antes de su pubertad, a un tratamiento especial para agrandar el clítoris y alargar los labios menores o ninfas de sus vulvas (alcanzando el estado conocido como macroninfia o sinus pudoris, fenómeno muy conocido por los famosos casos de esteatopigia e hipertrofia genital de los hotentotes y bosquimanos).
Mujeres de Ponape (madre e hija, c. 1910)
Los encargados de dicha manipulación eran viejos impotentes de la comunidad Ponape, que tiraban de los labios menores, los frotaban y succionaban.
Además de esta operación, las mismas muchachas ponían sobre sus vulvas “hormigas negras” cuyos aguijonazos provocaban la hinchazón del clítoris y de los labios menores.
Fuentes:
--Finsch, O. 1880. Über die Bewohner von Ponapé (östl. Carolinen), Zeitschr Ethnol. 12: [p316], citado en: Janssen, D. F. (Oct., 2002). Growing Up Sexually. Volume I: World Reference Atlas [http://www2.hu-Berlin.de/sexology/GESUN ... ICSOLD.HTM].
-- Hatfield, E. and Rapson R. L.. 1993. Love, Sex, and Intimacy. Their Psychology, Biology, and History. University of Hawaii.
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Etnomirmecología
ENSALADA DE PUPAS Y LARVAS DE HORMIGAS (OECOPHYLLA SMARAGDINA)
Tailandia
Desde tiempo inmemorial la especie Oecophylla smaragdina ha sido empleada en diversas regiones asiáticas para combatir las plagas de los cultivos, para cebar a las aves, elaborar medicamentos y como parte de su dieta tradicional.
Obreras de Oecophylla smaragdina. Tailandia
Para recoger las larvas y pupas se emplea una larga vara de bambú con una red en la punta. Por la mañana temprano, cuando las hormigas están menos activas, se acerca la vara a las rama donde está el nido de hojas de la hormiga tejedora. Al agitar la rama van cayendo las hormigas a la red. Después se quitan las obreras y se seleccionan sólo las larvas, pupas y reinas.
Pupas y larvas de hormigas recolectadas (Fot. de khiewchanta.com)
Estos inmaduros son buscados y vendidos en los mercados locales como una exquisitez, al punto que su recolección constituye un factor de probable sobreexplotación de la especie.
Uno de los platos de la cocina tradicional de Tailandia es la ensalada “Yum Kai Mod Dang” a base de pupas y larvas frescas de esta hormiga (Oecophylla smaragdina).
Ensalada de pupas y larvas de hormigas (Fot. de khiewchanta.com)
Ingredientes:
200 gramos de larvas y pupas frescas de hormigas
1 cucharadita de copos de ají
1 cucharadita de zumo de lima (al gusto)
1 cucharadita de salsa de pescado
1 cucharadita de polvo de arroz tostado
1 cucharada de hojas de cilantro picadas
1 cucharada de menta picada
1 cucharada de cebolleta picada
Preparación:
Mézclar todos los ingredientes y servir con verduras
Fuente: “Appon’s Thai Food” [http://www.khiewchanta.com/archives/salads/]
Tailandia
Desde tiempo inmemorial la especie Oecophylla smaragdina ha sido empleada en diversas regiones asiáticas para combatir las plagas de los cultivos, para cebar a las aves, elaborar medicamentos y como parte de su dieta tradicional.
Obreras de Oecophylla smaragdina. Tailandia
Para recoger las larvas y pupas se emplea una larga vara de bambú con una red en la punta. Por la mañana temprano, cuando las hormigas están menos activas, se acerca la vara a las rama donde está el nido de hojas de la hormiga tejedora. Al agitar la rama van cayendo las hormigas a la red. Después se quitan las obreras y se seleccionan sólo las larvas, pupas y reinas.
Pupas y larvas de hormigas recolectadas (Fot. de khiewchanta.com)
Estos inmaduros son buscados y vendidos en los mercados locales como una exquisitez, al punto que su recolección constituye un factor de probable sobreexplotación de la especie.
Uno de los platos de la cocina tradicional de Tailandia es la ensalada “Yum Kai Mod Dang” a base de pupas y larvas frescas de esta hormiga (Oecophylla smaragdina).
Ensalada de pupas y larvas de hormigas (Fot. de khiewchanta.com)
Ingredientes:
200 gramos de larvas y pupas frescas de hormigas
1 cucharadita de copos de ají
1 cucharadita de zumo de lima (al gusto)
1 cucharadita de salsa de pescado
1 cucharadita de polvo de arroz tostado
1 cucharada de hojas de cilantro picadas
1 cucharada de menta picada
1 cucharada de cebolleta picada
Preparación:
Mézclar todos los ingredientes y servir con verduras
Fuente: “Appon’s Thai Food” [http://www.khiewchanta.com/archives/salads/]
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TORTILLA, SOPA Y SALTEADO DE PUPAS Y LARVAS DE HORMIGAS (OECOPHYLLA SMARAGDINA)
Tailandia
Tortilla de pupas y larvas frescas de hormigas (Kai Chieo Khai Mot Daeng)
Sopa de pupas y larvas de hormigas (Gaeng Kai Mot Daeng)
Salteado de pupas y larvas de hormigas (Kai Mot Phat)
Ingredientes del salteado:
2 cucharadas de aceite vegetal
6 dientes de ajo cortados en trozos grandes
1 tallo de hierba de limón picado fino
15 ajíes picantes tailandeses pequeños y 3 ajíes rojos dulces, cortados gruesos
3 cebollas gordas verdes (cebolletas), las partes verdes y blancas cortadas gruesas
2 puñados de pupas de hormigas
1 cucharadita de salsa de pescado
1 hoja de lima enrollada y cortada en pedacitos
Preparación:
1. Calentar a fuego fuerte una sartén o cacerola, añadir el aceite y darle vueltas. Añadir los ajos, los ajíes y la hierba de limón, y saltear un minuto o dos hasta que los ajos se doren.
2. Añadir las pupas de hormigas y las cebolletas, y saltear 4 o 5 minutos. Añadir la salsa de pescado y los pedacitos de hoja de lima, removiendo todo, finalmente, a fuego fuerte. Pasarlo entonces a un cuenco y servir inmediatamente con arroz.
Fuentes:
--Receta: “EatingAsia” [http://eatingasia.typepad.com/eatingasi ... index.html]
--Fotografías: Blog “Interesting Thai Food” [http://interesting-thai-food.blogspot.com/]
Galería de hiyori13: [http://www.flickr.com/search/?q=insect+ ... ags&page=2]
Tailandia
Tortilla de pupas y larvas frescas de hormigas (Kai Chieo Khai Mot Daeng)
Sopa de pupas y larvas de hormigas (Gaeng Kai Mot Daeng)
Salteado de pupas y larvas de hormigas (Kai Mot Phat)
Ingredientes del salteado:
2 cucharadas de aceite vegetal
6 dientes de ajo cortados en trozos grandes
1 tallo de hierba de limón picado fino
15 ajíes picantes tailandeses pequeños y 3 ajíes rojos dulces, cortados gruesos
3 cebollas gordas verdes (cebolletas), las partes verdes y blancas cortadas gruesas
2 puñados de pupas de hormigas
1 cucharadita de salsa de pescado
1 hoja de lima enrollada y cortada en pedacitos
Preparación:
1. Calentar a fuego fuerte una sartén o cacerola, añadir el aceite y darle vueltas. Añadir los ajos, los ajíes y la hierba de limón, y saltear un minuto o dos hasta que los ajos se doren.
2. Añadir las pupas de hormigas y las cebolletas, y saltear 4 o 5 minutos. Añadir la salsa de pescado y los pedacitos de hoja de lima, removiendo todo, finalmente, a fuego fuerte. Pasarlo entonces a un cuenco y servir inmediatamente con arroz.
Fuentes:
--Receta: “EatingAsia” [http://eatingasia.typepad.com/eatingasi ... index.html]
--Fotografías: Blog “Interesting Thai Food” [http://interesting-thai-food.blogspot.com/]
Galería de hiyori13: [http://www.flickr.com/search/?q=insect+ ... ags&page=2]
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