
El Beagle a su paso por el Estrecho de Magallanes
Darwin era un magnífico observador y experimentador. Era minucioso y lo apuntaba todo. Se conservan decenas de miles de cartas, notas, borradores, manuscritos… Es posible seguir el hilo de sus pesquisas, de sus intereses, de sus teorías, de su desarrollo como naturalista, desde sus primeros años hasta su muerte en 1882.
Se cumple este año de 2009 el bicentenario de su nacimiento y los 150 años de la publicación del “Origen de las especies”, su obra maestra. Está en proyecto la publicación en español de todos sus libros: hace poco han salido los volúmenes sobre las orquídeas, las plantas carnívoras, los arrecifes de coral y la variacion de los animales y plantas bajo domesticación…
Y Darwin, claro, se interesó mucho por las hormigas, desde su primera visión maravillada de las Atta en los bosques tropicales de Rio de Janeiro en 1832, hasta sus últimos años paseando por las veredas cercanas a su casa de Down. 50 años de fascinación por la mirmecología tomando notas, haciendo experimentos, carteándose con estudiosos de las hormigas como Forel, Belt, Müller, Lincecum o McCook. Su lectura del libro de Huber, donde se narra el descubrimiento del esclavismo, fue de gran importancia en su larga argumentación evolutiva del Origen de las especies. Darwin se enfrentó a la difícil tarea de explicar convincentemente el origen y evolución de este tipo de comportamientos y del instinto en general.

Desde aquí, rendir homenaje a este gran naturalista, absolutamente entregado a la investigación, que cambió nuestra concepción de los seres vivos y del mismo hombre.
(De vez en cuando, a ratos perdidos, me he puesto a reunir la documentación darwiniana sobre hormigas: muy dispersa, en gran parte no traducida y a veces incluso sin transcripción desde los originales. A ver si soy capaz de hacer una compilación completa y ordenada cronológicamente. A lo mejor se pueden juntar los trozos del puzle y reconstruir una figura más o menos coherente. Un relato al que ya llamo, en mi imaginación calenturienta, Darwin y las hormigas).