Saludos a los amigos de México.
Bueno, primeramente quiero iniciar comentándoles que viví algunos años en Veracruz y fue ahí donde nació mi admiración por las hormigas. Resulta que a mí nunca me han agradado las arañas y en aquel hermoso estado de México, dado que hay mucha vegetación, también hay enorme cantidad de arañas que se metían a mi casa, por lo que (espero no afectar la susceptibilidad de nadie) las mataba y sacaba a un jardín donde ya no importaba lo que sucediera con sus restos. Alguna vez, maté una enorme araña plana y la dejé en el suelo pues estaba por demás horrorosa. En unos minutos noté que una hormiguita roja, con panza negra se acercó, inspecciónó y se retiró, no le di importancia y salí de esa habitación. Cual fue mi sorpresa que al regresar, un caminito de hormigas se estaba llevando los restos de la araña, fue cuestión de una hora a lo mucho que las hormigas sacaron todos los restos de semeñante arácnido horroroso y dejaron todo como estaba, como si nada hubiera sucedido. Desde esa ocasión decidí observarlas más de cerca.
Les comento que en Veracruz, (en la zona de Nogales - Orizaba) hay un fenómeno muy común que ocurre aproximádamente una vez por año y los lugareños le dicen "LA TROPA" y es un fantástico espectáculo en el que una enorme, digo, ENORME cantidad de hormigas del mismo tipo, rojas con pancita negra, recorren los terrenos, seguramente en busca de bichos, arañas etc etc. A partir de presenciar incluso una enorme cantidad de homigas aladas, rojas, caminar y volar en la noche, definitívamente capturaron mi atención.
Decidí ser menos fastidioso con la presencia de las hormigas en una de las habitaciones que usaba de estudio, aquella donde precisamente encontré la araña enorme. Y en mi escritorio puse una cantidad pequeña de azucar y agua. Fue cuestión de unos días de paciencia para notar que las hormiguitas comenzaron a llamarles la atención. Llegó el momento en el que, al ver que yo no presentaba intererés por retirarlas, hicieron otro caminito hasta terminar con los recursos. FASCINANTE.
Luego de eso, ocurrieron algunas muy interesantes. Un día descubrí un camino de hormigas que se dirigía hacia un armario donde guardaba cajas de unicel que contienen carritos a escala. Pues ya habían agarrado un fabuloso Maybach 1:18 de hormiguero jaja. Desafortunadamente de ahí sí tuve que sacarlas, pero en comprensación comencé a poner azucar y agua en lo alto de la maqueta de un edificio escala 1:87 de aproximádamente 1 metro de altura que además ya de por sí se encontraba en una mesa. El conjunto lo coloqué junto a una de las ventanas y descubrí que en los marcos de las ventanas de aluminio ya habían hecho un nido pero que pasaba desapercibido porque las hormigas entraban y salían discrétamente por fuera de la casa. Así, tomé la decisión de conectar la mesa con la pared usando unos palitos de madera que quedaban casi volando pero que servían de puente de conección entre la pared y la cubierta de la mesa donde se hallaba el edificio.
No pasó mucho tiempo para cerciorarme que algunas hormigas comenzaron a escudriñar el edificio y poco tiempo después ya eran mis huéspedes frecuentes. Azúcar y agua, eso les bastaba para brindarme un espectáculo de coordinación extraordinario.
Lo interesante de esto es que a raiz de que tuve como huéspedes a mis queridas hormigas, las arañas dejaron de entrar con tanta frecuencia a la casa. Sin embargo, queriendo o no, con este tipo de experiencias comprendes un poco más la relación que tienen estos animalitos con la naturaleza. Incluso, es de resaltar que en otra de las ventanas, a una araña negra muy bonita, pequeña (más estilizada que las horrorosas arañas planas) decidió construir su residencia de telaraña justo en una ventana, de tal manera que cuando abrías la ventana corrediza se apreciaba el fantástico trabajo de seda de tan singular arácnido. No me lo van a creer, pero a raíz de esto, podía dejar la ventana abierta sin mosquitero y los fastidiosos mosquitos no pasaban.
La azotea del edificio a escala ya parecía un Pent House y se daban cita cientos de hormiguitas a recoger el festín de azucar y agua que les dejaba, incluso ya hacían uso de los pisos inferiores donde comenzaron a depositar piedritas, cuerpos de algunas compañeras acaecidas en su trabajo y me parece que comenzaban a tratarlo como un hormiguero ya que sólo las molestaba cuando se terminaban la ración de azucar y retiraba el recipiente para llenarlo de nuevo y en la temporada en que volaban las hormigas, encontré algunas amiguitas aladas que volaban dentro de la habitación, así que abrí una ventana y salieron libres a buscar a sus novios jeje. También alguna vez me tragué mi orgullo y les llevé una cucaracha enorme que pisé en la oficina donde trabajaba, acabaron con ella en cuestión de minutos.
Desafortunadamente por cuestiones laborales, tuve que regresarme a la capital. Tuve que retirar el edificio, cosa de la cual me arrepiento, aunque no estoy seguro si ellas, las huéspedes más sofisticadas que ha tenido un edificio a escala, hayan mantenido el interés en permanecer ahí sin las raciones de azucar y agua.
Otra experiencia no muy grata con otro tipo de hormigas resultó en uno de mis zapatos. Recuerdo que eran tiempos de lluvia y regresaba a casa con loz zapatos empapados. Al día siguiente no sé cómo fue que se metieron a la casa, pero a la hora de ponerme uno de los zapatos, comencé a sentir cosquilleo, me senté, levanté mi pie y fue sorprendente ver a cientos de hormiguitas recorriendo mi calcetín. Estas homigas medirían un par de milímitros. Me percaté que se habían hospedado debajo de la plantilla del zapato, justo en la zuela de plástico que tenía forma de laberinto. Sacudí mi zapato en el patio y vi como caían al pasto, huevesillos diminutos, y las hormiguitas. Ahora me arrepiento de no haberlas conservado.
Ya en la capital donde vivo actualmente, hay un jardincito pero a pesar de que ha llovido mucho últimamente, no he visto hormigas de ningún tipo, o quizá salgan en la noche sin que nadie se percate de su existencia. En Veracruz la gente está acostumbrada a la presencia de las hormigas, e incluso hay quienes alientan su existencia, pero aquí es muy común que las ahuyenten con pesticidas y demás estupideces. En algún momento noté en una de las paredes que da a la calle, un pequeño brote de hormiguitas diminutas, negras, quizá de un milímetro, rondando en entre la base de la pared y la banqueta pero para acabarla de amolar, pasó un tipo según él fumigando y pidiendo dinero por sus "servicios" y lo mandé mucho a la $#%#$&...... al ver que sin que nadie se lo pidiera, hechara veneno a ese lugar, no sé si sigan vivas, pero no he visto actividad de esas hormiguitas últimamente .
En fin, que quiero volver a ver esa fantástica organización y coordinación que en su momento se dió de manera espontánea en un ambiente que considero levemente controlado, sin embargo, ahora quiero hacer un terrario, con su hormiguero, bien diseñado. Tengo dos tablas de madera grandes de unos 80 cm de alto, por 30 de ancho y unos 5 cm de profundidad que voy a perforar en forma de hormiguero y con base en los tips de construcción que leí en este sitio empezaré a añadir secciones. Quiero que queden dos torres donde vivirán las hormigas conectadas cada una con mangueritas transparentes a su zona de forrajeo tal como lo he visto en algunas fotos publicadas en la sección de hormigueros. Lo único malo es que no tengo las hormigas, por lo que acudo a ustedes para que me indiquen qué especie me recomiendan para este proyecto, personalmente preferiría una especie pequeña y en su defecto que me puedan aconsejar cómo inciar el proyecto en términos de criar lo mejor posible a las hormiguitas.
Es una lástima que la mayoría de los seres humanos no consideremos la importancia de las hormigas en nuestro medio ambiente. Si así fuera, saldrían del mercado tantos y tantos productos para eliminar las hormigas...
Breve experiencia con las hormigas veracruzanas y consejos
Breve experiencia con las hormigas veracruzanas y consejos
La reseña estuvo interesante. Sobre las hormigas que he encontrado y son relativamente comunes en zonas urbanas y parques pudiera mencionar: Camponotus sp. que prefieren anidar en troncos y en grietas o hendiduras de las edificaciones; Pogonomyrmex sp. que son mas o menos sencillas de criar, sin embargo ninguna de las dos son pequeñas; Solenopsis sp. (3 a 4 mm aproximadamente soldados), son polimórficas y son algo invasivas en zonas urbanas y quizás por su aguijón motiven entre algunos el uso de insecticidas; Pheidole sp. rondan los 2mm a 3mm aproximadamente de longitud y también son polimórficas, sus soldados (mayors) tienen una cabeza algo grande en relación a su cuerpo; Las hormigas pequeñas a que refiere, posiblemente sean unas que he llegado ha encontrar en contenedores de plantas (macetas) anidando en el interior, al parecer son poligínicas y monomórficas y muy prolíficas, quizás debido a su reciente presencia pudieran ser Brachymyrmex sp., que de acuerdo a Wikipedia son originarias de Africa.