1) Coged una pajita de beber, a ser posible gorda (las del McDonals a mí me van bien).
2) Cortad un trozo del tamaño que os vaya bien para poder meterlo en el hormiguero o la zona de forrajeo.
3) Calentad un extremo al fuego (yo lo hago con el gas de la cocina) hasta que se reblandezca la pajita SIN QUE SE QUEME NI HUMEE. Vereis que la pajita se espachurra...
4) Inmediatamente, con un lápiz u otro objeto parecido, aplastad ese extremo hacia afuera, es decir, empezando por la parte de la pajita justo tocando a la zona reblandecida y rodando hacia la parte reblandecida hasta salir fuera. Eso sellará el extremo.

5) Opcionalmente, calentad de nuevo la zona sellada y doblad la parte aplastada, si no lo ha quedado ya. Luego recortad para que esa parte doblada quede plana. De esa forma conseguireis una especie de pie para que el bebedero no ruede y, además, si sobresale suficientemente podreis usarlo para mantener el bebedero ligeramente inclinado de manera que el líquido tienda a ir hacia la entrada.

6) Con una jeringa llenad de agua o agua azucarada el bebedero, prácticamente hasta el tope, pero dejando unos milímetros.
7) Tapad la entrada con una bola de algodón, metida un par de milímetros hacia adentro. Pero, IMPORTANTÍSIMO!!, tiene que ser una bola poco apretada, lo justo para que tape bien el líquido pero que pueda moverse adelante o atrás. El algodón es para que las hormigas no accedan directamente al líquido y no se ahoguen, pero debe quedar completamente empapado, que se vea líquido.

Si lo haceis bien, el bebedero permitirá que las hormigas beban fácilmente y sin riesgo y, además, como el algodón no está nada apretado a medida que las hormigas vayan bebiendo el algodón se irá metiendo hacia adentro del bebedero, por efecto vacío. Como las pajitas son semitransparentes podreis ver dónde está el algodón, por lo que sólo tendreis que vigilar cuando llegue al fondo de la pajita para cambiarlo. Además, os asegurareis de que realmente funciona y las hormigas están bebiendo. Si el algodón no se mueve... algo va mal. Es como una especie de seguro.

El coste del bebedero es cero, y se hacen en un par de minutos. Una vez consumido el líquido se tiran y se cambian por otro.
Bueno, bonito, barato y funciona
