
Vuelvo a la carga con un nuevo experimento: EL EXPERIMENTO TEMOBÍ




Introducción:
Ayudando a un amigo en un trabajo de investigación sobre el impacto de la Linepithema humile (la hormiga argentina) en la vegetación, por ser afidícola (la hormiga, no mi amigo

Este pegamento es muy duradero. No fragua jamás. Es extremadamente viscoso. Soporta las inclemencias del tiempo al aire libre. No es tóxico. Es barato (un bote de 135g me ha costado 2.15€).
Todo ello me ha hecho pensar que podría ser un método eficaz para evitar fugas en nuestros hormigueros artificiales. Así que, ¡Que comience el experimento!

Objetivo:
Comprobar la posibilidad de usar pegamento raticida no tóxico, como barrera para impedir fugas, en hormigueros artificiales.
Información previa:
- Experiencias propias en el campo con Linepithema humile y Plagiolepis pygmaea, con fines científicos.
- Trabajo de Olmo: "Los formícidos de la Estación Biológica «Torretes-Font
Roja»: el papel de Formica subrufa en la polinización
de Euphorbia nicaeensis" (Pag.32) http://www.lamarabunta.org/videos/dea_olmo.pdf
- Comentarios de Olmo en este tema del foro: http://www.lamarabunta.org/viewtopic.php?f=56&t=9767
Experimento 1: Obreras Messor barbarus en un bote de cristal con pegamento en el borde
- Aplico una barrera de pegamento en el borde de un bote de cristal. Me ayudo de un trozo de plástico para usarlo como espátula. Descubro lo difícil que es al principio manipular este pegamento, por su viscosidad. La capa queda exageradamente gruesa, y se escurre en grandes gotas hacia abajo. La próxima vez aplicaré mucho menos pegamento.
Atención: Mucho cuidado al manipular este pegamento. Si te ensucias las manos con él, la única forma de quitártelo sin sudar la gota gorda es con gasolina. Yo no he tenido problemas, pero he visto cómo otros sí los han tenido, y aunque es muy difícil no partirse de risa, puede suponer un problemón si no tienes gasolina cerca. Si eres menor de edad, no uses éste pegamento sin la ayuda de tus padres, u otro adulto.

- Arrojo un grupo de unas 60 obreras Messor barbarus de diferentes tamaños, capturadas de una colonia gigante, al bote. La reina me ha enviado un fax desde el subsuelo con su consentimiento.


Las hormigas, muy asustadas, corrieron hacia arriba por el bote. Muchas de ellas tocaron el pegamento y se dieron la vuelta. Algunas metieron una pata en el pegamento, y tiraron hacia atrás hasta despegarse. Otras mordieron el pegamento, y consiguieron librarse, aunque no se si conseguirán quitarse los restos de las mandíbulas. 4 hormigas se quedaron irremediablemente pegadas en la barrera, y al intentar despegarse, acabaron completamente atrapadas. He observado cómo algunas obreras estridulaban con su gastro en el cristal para pedir ayuda. También he observado cómo algunas obreras agarraban y tiraban de otras para despegarlas de la barrera.
Una obrera librándose de la trampa:

- Observo cómo casi todas las hormigas se resignan a seguir intentando cruzar la barrera. Despego las 4 hormigas atrapadas y las saco del bote. El pegamento las ha sentenciado.
- 6 horas después, encuentro otra obrera pegada en la barrera. Ninguna hormiga se acerca ya a la barrera. Las demás obreras comienzan a hacer su vida normalmente, alrededor de unos cuanto granos de alpiste.

- Cierro el bote para comprobar la posible toxicidad del pegamento para las hormigas en un espacio cerrado. (Se supone que no es tóxico. Es apto para usarse en despensas alrededor de alimentos.) Al abrir el bote hay un leve olor a resina natural.
Esperaré unos días para ir sacando conclusiones. Éste primer experimento me ha hecho ver:
Aspectos positivos:
- Es absolutamente eficaz. Infranqueable sin duda. Sólo se me ocurre que las hormigas puedan hacer un puente por encima, pero dado lo peguntoso que es, dudo que se atrevan, y dudo más todavía que pudiesen conseguirlo.
- Es incoloro e inodoro.
- Consigue disuadir a la inmensa mayoría de las hormigas (probado sólo en Messor barbarus).
- Es duradero, incluso al aire libre, bajo las inclemencias del tiempo.
Aspectos negativos:
- Su manipulación es difícil y arriesgada. Si no se tiene cuidado, podemos acabar con las manos y la ropa llenas de pegamento, aunque no es tóxico y no se endurece.
- Perderemos algunas hormigas al quedarse atrapadas en la barrera. Si se llenan de pegamento están perdidas.
Como conclusión prematura, diría que, para hormigueros grandes con colonias numerosas, éste pegamento podría ser un gran aliado. Y dejando volar mi imaginación, se me ocurren usos, como por ejemplo, mantener una colonia en una planta, en el balcón o el jardín de tu propia casa, evitando que se fugue, o que reciba el ataque de otra colonia.

En próximos experimentos usaré una barrera mucho más fina de pegamento, precedida por una barrera de aceite para disuadir a las hormigas más intrépidas, y haré pruebas con otras especies. Con la barrera de aceite trataré de evitar la primera oleada de hormigas asustadas que se tiran como locas a la barrera. Luego la limpiaré, y dejaré sólo la barrera de pegamento. Si, mediante este procedimiento, tras un tiempo razonable, y con varias especies diferentes de hormigas, consigo buenos resultados, daré por exitoso el experimento.
Si alguien tiene experiencia con el uso de este pegamento (u otro similar de distinta marca), o para cualquier observación o sugerencia, os animo a participar.
¡Saludos!
