Me interesaba confirmar que las hormigas pueden caminar sobre una superficie perfectamente lisa y limpia, y entendar mejor cómo se sujetan.
1.- Limpio y desengraso perfectamente un cristal portamuestras de microscopio con acetona. Atraigo hacia él a las Plagiolepis con un poco de miel. Unas vez las Plagiolepis subidas al cristal, le doy la vuelta; las hormigas quedan perfectamente sujetas y pueden caminar sin caerse por el efecto de la gravedad.
2.-Intento anular el posible efecto "ventosa" de las patas. Esmerilo parte del vidrio con un "dremel" para disminuir la estanqueidad de las posibles ventosas. Las Plagiolepis tampoco caían en este caso.
3.-Especulo sobre la posibilidad de un efecto "pegajoso", como esos juguetes de goma blanda que se tiran al cristal y no caen. Me acuerdo del material antiadherente por excelencia, el teflón. Recubro parte del vidrio con cinta de teflón, cuidando que quede lisa y adherida al vidrio. Las hormigas tampoco caían en este caso, pero parecía no gustarles y buscaban los bordes del portamuestras para caminar con más seguridad.
Observación adicional:
Las hormigas no presentaban excesivos problemas en ningún caso para correr colgadas del vidrio. Sin embargo, cuando cambiaban de tipo de superficie, vidrio liso a esmerilado o teflón, se quedaban paradas antes de pasar al otro lado (recalibrando sus sistemas de sujeción para la nueva superficie??

Resultados concluyentes:
Desafortunadamente, ninguno. Bueno, eran de esperar que las Plagiolepis pasaran las pruebas con nota
