Estoy haciendo distintas pruebas: dejando la tapa de color blanco sobre la hormiga (foto 1), poniendo un papel oscuro en la tapa para captar mejor la pilosidad (foto 2), sin la tapa del escáner y con iluminación suplementaria de la hormiga (foto 3).
Aunque los resultados no son del todo malos, veo que las imágenes no terminan de estar bien enfocadas y carecen de finura de detalles. Pero intuyo que es posible mejorarlas combinando los factores que intervienen: resolución, fondo, iluminación, etc.
Una de las ventajas de esta técnica (además de prescindir de cámaras y lupas) es su inmediatez y facilidad de uso. La Formica escaneada la saqué de un bote, la sequé en papel higiénico y la puse de lado sobre el cristal del escáner. Para otras posiciones (vista frontal de la cabeza o vista dorsal) habrá que idear un método sencillo de soporte de la muestra. Estas imágenes escaneadas permiten obtener con facilidad el contorno de las hormigas (foto 4), lo que puede ser muy interesante para los estudios de análisis de formas, que ya permiten diferenciar especies en grupos como los peces teleósteos basándose en el perfil de sus otolitos.



