Ayer, a eso de las siete de la tarde hora Argentina, fui a buscar tierra debajo de un hermoso y gran árbol de tilo que hay en el terreno donde está ubicada mi casa, y al poco de cavar con la pala di con un pedrusco arcilloso que se partió a la mitad y expuso unos cuantos capullos. Cuando me acerqué a ver más de cerca, encontré en el interior lo que apenas se puede ver en esta imagen:

Ya había oído y leído acerca de hormigas que podían inflarse rellenas de alimento, para funcionar como bodegas vivientes en tiempos de hambre para sus colonias. Pero jamás pensé que en mi vida podría ver algo parecido en vivo y en directo.
Tomé todos los pedruscos con agujeros que encontré entre la tierra con la que llenaba el balde, y los puse sobre una tabla de madera con superficie blanca. Así pude distinguir obreras sin la capacidad de rellenarse, y otras que tenían el gáster de un tamaño discretamente mayor (sin rellenar), además de las evidentes rellenitas que son pequeñas bolitas con el triple de tamaño que las primeras mencionadas. No hay señales de alados ni de reinas, por tanto estas chicas tienen los días contados.
Después de separar tierra, huevos y capullos, las puse en un tarrito plástico que encontré por ahí, improvisando, ya que mis tubos de ensayo y demás recipientes para hormigas están todos ocupados. Con cuidado y ayudándome con una hoja de papel, metí a todas las obreras que pude (alrededor de unas ocho), a las redonditas sin hinchar (una decena quizás), y a las rellenas (cuatro, pero sólo sobrevivieron dos a causa de su fragilidad). No pude separar huevos y capullos de los granitos de tierra, así que los metí con todo. Al cabo del estrés, les puse una micro-gotita de agua azucarada (son muy pequeñas y podrían ahogarse en una cantidad normal), y las dejé asentarse en la oscuridad de la alacena durante la noche.
Esta mañana encontré la gota seca y una hinchada más, al parecer comida no les faltará

Ojalá tuviera una mejor cámara para ofrecerles mejores imágenes, pero llevo apenas un año en Argentina y está difícil la situación, por ahora. Mi teléfono es todo lo que tengo y esta es la mejor foto que pude tomarle a una de las obreras, la tuve que pegar en un trocito de cinta adhesiva para que se estuviera quieta por un momento. No la aplasté, lo hice con sumo cuidado, y al cabo de la sesión la devolví a su colonia. En la imagen se ve algo marrón, pero es casi de tonos dorados en realidad.



Antes de la hora de almorzar, improvisé un sitio más adecuado que el tarro plástico para mantenerlas (una caja de casete


Al cabo de unos diez minutos, algunas exploradoras valientes cruzaron la manguera y se aventuraron a echar un vistazo al nuevo terreno, pero pronto volvieron sin mucho interés (incluso les puse una gotita de agua azucarada, pero nada). Cinco minutos más tarde, levanté la libreta de notas con la que cubrí la caja de casete para cuidarla de la luz, y vi una pequeña reunión de obreras muy cerca del algodón húmedo y que parecía estar discutiendo la situación. No comieron, pero se ve que necesitan humedad. Tengo la esperanza de que se muden muy pronto, porque hay cerca de treinta huevos/pupas/capullos que cuidar.
Rauval me comentó que esto no es usual, que no hay hormigas Myrmecocystus (mieleras/odre o honeypot ant) en Argentina y que suelen estar en zonas áridas de África y en Norteamérica. Y yo me pregunto entonces, ¿Quiénes son y qué hacen aquí?

EDITO: Gracias al aporte de Jamarcus podemos decir que de Myrmecocystus nada (como dijo también Rauval), porque parecen más Brachymyrmex giardi. Pero, ya que se supone que esta especie está en Chile, la pregunta del qué hacen aquí sigue en pie
