Después de ya casi dos años criando (con una etapa por el medio que casi me olvidé de ellas, lo cual convierte mi experiencia de cría en realmente unos 10 meses) me he decidido al fin a crear un diario.
- Aitor, ¿Qué ha sido lo que te ha movido a comenzar un nuevo diario después de tanto tiempo?
Veamos, hoy me ha llegado una cajita con una pegatina que decía "Contiene animales vivos" y al abrirla y ver dentro de un tubito de ensayo esos pequeños seres vivientes, sociales, negros con las patitas marroncitas y tan juntitos y en amor he pensado: "Madre del amor hermoso, qué cosas tan bonitas, nunca pensé que una hormiga me fuese a gustar casi tanto como las Crematogaster" (y eso que no tengo ninguna), y la verdad es que no quiero privar de esta sensación a nadie, y ¡La compartiré con vosotros!
- ¿Qué tal llegaron las hormigas en cuestión?
Pues bien Tom, las hormigas llegaron perfectamente, un poco mareadillas y con mucha sed. Comencemos con el diario pues:
17-03-2015:

Así llegaban en total una señora reina con sus seis pequeñitas obreras. Si mal no recuerdo (las vi esta tarde) tenían una pequeña pelotilla de huevos y puede que una larva. (En la foto ya las tengo instaladas, como explico más abajo)
¿Bonitas verdad? Aunque me llamó algo la anteción comparándolas con las Cruentatus...
- ¿Por qué nos dices qué te llamó la atención, Aitor?
Sí, sí Tom... Estaba pensando...

Lo primero que noté fue que el gáster de las Barbaricus es mucho más pequeño que el de las Cruentatus...
Bueno, ¡Sigamos con el diario!
Nada más llegar las nuevas inquilinas traté de ponerles un poquito de leche con azúcar que había preparado el día anterior, pero nada más abrir el algodón, una de las pequeñas tomó tal velocidad que casi sale despedida a la mesa desde el tubo de ensayo. Afortunadamente me dio tiempo a tapar el tubo de nuevo, y no pasó nada... Ante tal susto decidí conectarlas a una caja de forrajeo que tenía libre, y dejarme de historias. (Tal y como se ve en la foto)
La caja de forrajeo es como la que venden en Anthouse, la que tiene dos salas unidas por un tubo. Las tengo en una de ellas, cara a cara con las Lasius Niger (increíble la diferencia de tamaño cuando están cerquita una especie con la otra

Decidí dejarlas a su aire y que exploraran, dejar de observarlas y dejarlas reposar. Cuando me iba a marchar de casa, fui a despedirme de ellas y Usain Bolt (esa que corría tanto cuando abrí el algodón) ya estaba bebiendo.
El viaje ha sido largo, y un buen trago de leche no le viene mal a nadie... ¡MADRE MÍA! ¡VA A EXPLOTAR! ¿Qué leches (nunca mejor dicho)? ¡No sabía que los gáster de las Camponotus se hinchaban de semejante manera cuando bebían! PREGUNTA: ¿Alguien sabría explicarme cómo se llama este hecho en las hormigas y si todas tienen esa característica? Recuerdo haber leído en algún lado algo sobre estómagos hinchables o algo así, pero sospecho que no tiene que ver...
No me dio tiempo a sacarle una foto a Usain Bolt, que supongo que ahora ya no estará para correr los 100 metros lisos, con el gáster hinchado, pero ha sido increíble esperar un minuto más a ver como bajaba una de sus compañeras a hincharse el gáster también, y ver como poco a poco las líneas blancas iban dejándose ver en su culo. Simplemente genial.
- Eso ha sido todo por hoy, nos vemos en el siguiente día de ¡Las barbaricus de Aitorman! Si tenéis algo que contarle a nuestro protagonista Aitorman, no olvidéis de pasaros por El hilo de comentarios a este diario
Muchas gracias Tom, ¡Nos vemos!