Una tristeza de la hostia, después de que resistiera a aquellas semanas bajo cero. Qué torpe soy, demonios.

El día del desmontaje, como siempre, miro la zona de forrajeo del sandwich y veo a la obrera de camponotus a su aire, moviendo arena de un sitio a otro.

Bueno, estas están bien, pienso.

Hasta hoy, claro, que la he vuelto a liar.

Hoy, ufano y atento, voy y me encuentro un lepisma en la puerta que da al jardín. Lo intento coger.

Se escurre.

Lo intento coger.

Se escurre.

Le meto un dedazo. Lo medio aplasto. Lo cojo. Lo llevo con toda mi alegría al sandwich y lo dejo caer.

El lepisma, medio muerto (¡eso pensaba!) se arrastra por la arena y literalmente se deja caer por el agujero donde entra la obrera camponotus.

Bueno: se lo comerán, pienso. Algo harán con él. La reina tiene el doble de tamaño.

Ya. Esto...

Unas horas después, me encuentro a la reina camponotus (a la que hacía mes y medio que no veía fuera) y a la obrera arrinconadas en una esquina de la zona de forrajeo. La madre que me parió. Abro las cartulinas y ahí está el lepisma, moviéndose, en lo que hasta hace unas horas era el reino de Filomena. La he vuelto a liar.

Abro el hormiguero, meto unas pinzas en el agujero y saco al maldito bicho. Lo aplasto con las pinzas. Dudo. Decido no hacer nada más, que bastante he hecho.

A estas horas, las dos hormigas siguen en el exterior, acojonadas.

No sé qué hacer, salvo dejarlas en paz.

Dos días después, y habiendo perforado otro agujero en la arena por si acaso el original les daba susto, resulta que la obrera se ha metido en el agujero nuevo con el lepisma, pero la pobre Filomena sigue fuera, en una esquina.

Como diría Cyber, ellas sabrán. Yo me quedo al margen

Añadimos aquí lo que ya conté en otro hilo (http://www.lamarabunta.org/viewtopic.php?f=26&t=54814) y que terminaba con:

Re-actualizo.

He encontrado tres hormigas ahogadas en el minibebedero con aguazúcar, el más txiki de todos, y me ha parecido que eso no estaba bien. Así que he aprovechado un momento en el que solo había una hormiga en la minicaja para cambiar el enlace del tubo y lo he conectado al hormiguero de corcho pequeñísimo de AntHouse. Eso ha sido esta mañana y me ha permitido ver bien el tubo de ensayo: he calculado unas 40-50 hormigas y los mismos huevitos, aprox. A estas horas siguen todas en el tubo de ensayo, excepto dos o tres lanzadas que están de excursión.

En la zona de forrajeo del hormiguero, un tubito de ensayo con agua y otro con aguazúcar (aquí me caben ambos). Como siempre decís que les demos tiempo y que cero estrés, se quedan así en la única habitación que no pisan la niña ni la gata, hasta el domingo que viene. Tienen para mudarse hasta junio o así, que viene el abuelo.

A día de hoy, no he vuelto a observar a Filomena ni a su obrera, por no molestar: total: sigue haciendo más o menos frío. En el caso de las temno y Houdini, su reina (bueno: si es que anda por ahí), finalmente se mudaron al interior del hormiguero y ahora están apretujadas contra una de las paredes de corcho, ocupando solo una de las cámaras. Fue interesante ver que al principio ocuparon las tres y había huevitos en todas, pero después (no sé cuándo sucedió exactamente) escogieron una y se han quedado. Están tan apretadas que parecen menos de las que realmente son, y no hay manera de ver los huevos: los cubren.

De la zona de forrajeo, siguiendo el consejo de Formica, retiré el minitubo con aguazúcar y lo sustituí por un algodoncito mojado, para evitar excesos de humedad. Habíais comentado que esta especie salía poco a forrajear, pero compruebo que todos los días hay unas cinco o seis en el tubo de agua, una o dos en el algodón de aguazúcar y otras cuatro o cinco de paseo por la caja. Sé que NO son siempre las mismas porque es la única parte del hormiguero que puedo ver todos los días y hay momentos en el que apenas hay dos o tres. O sea que, al menos estas, sí que salen. Y mucha trofalaxia, también.

He dejado (y quitado por desinterés de ellas, posteriormente) un trocito de pavo y un resto de comida de la gata. Ni caso, han hecho. Supongo que estarán sin hambre.

Seguiremos informando.

Ayer se me ocurrió echar un trozo de nuez machacada en la zona de forrajeo de las temno, ya que había leído por aquí que eso sí les gustaba. Y ¡joder si les gusta! (disculpad el lenguaje técnico). Como fieras, de verdad. Sigo extrañado por el considerable movimiento que hay en el forrajeo, por otra parte, porque pensaba que las temno no eran de mucho salir, pero estas sí. Ya digo que se mantiene el equilibrio: unas 15-20 a la vista, y el resto (calculo que unas 50 y el montón de huevitos) apretujadas en un rincón del corcho.

Actualizo sobre todo para dejar constancia, no porque haya sucedido nada demasiado especial: así yo mismo tengo un documento con fechas y datos.

Estas últimas semanas, aprovechando compras diversas de material y alimento, se han unido a la familia varios miembros nuevos. Ahora mismo, la situación es la siguiente:

-Lo colonia de temno que llegó inmensa y que me vi obligado a mudar a un hormiguero (corcho, sin humedad) sigue bien, a su aire: cuando les pongo nuez o reciclo el algodón de aguazúcar, van directas. Suele haber bastantes en el tubito con agua, y he pensado que podía ser un defecto de humedad (que necesitan más), pero por las noches dejan el tubito y no han desplazado los huevos ni nada. No hacen caso de los distintos tipos de insecto. Hace mucho que no miro el hormiguero por dentro, pero supongo que todo en orden. En todo este tiempo, solo he encontrado tres fallecimientos, que no sé si serán nurses u obreras, porque todas son enanas. Mantienen, eso sí, una actividad en forrajeo bastante llamativa.

- Una segunda colonia de temno, que vino de la misma tienda y que asumo de una familia cercana, llama la atención por lo contrario: apenas forrajean. Suele haber dos o tres a la vista, nada más. Llegaron también bastantes, y sus condiciones son idénticas a las de la primera colonia: mismo hormiguero, misma comida. Se mudaron en una tarde y no he vuelto a mirar. Apenas comen nada, apenas beben agua, apenas... nada. Un fallecimiento: hasta en eso son discretas.

- Filomena y su obrera, ambas enormes (herculeanus), daban hace tiempo muestras de que el tubo de ensayo no era ideal, porque las pocas veces que quise introducir algo de alimento estaban siempre pegadas a la parte más cercana a la boca del tubo. Se me ocurrió proponerles un cambio: conecté el tubo a otro hormiguero de corcho, parecido al de las temno, también sin humedad, y con un forrajeo con agua, comida y aguazúcar. Todo a oscuras. La reina se mudó en aproximadamente 20 minutos, y la obrera lo hizo inmediatamente después. No las he vuelto a ver, pero todos los días hay pequeños trocitos de corcho alrededor del tubo de agua. Y cuando he echado alguna minimosca muerta, ha desaparecido para regresar luego como un pequeño universo de puntitos negros. O sea: que comer, comen. Y que algo están liando con el corcho.

- Por último, llegaron dos reinas sin prole: una flavus y una scuterallis. Las dejé en los tubos y he cambiado dos veces el algodón, introduciendo un poquito de aguazúcar. Hoy, después de varios días fuera por un viaje, he echado un vistazo y la flavus tiene huevos y nurses, realmente microscópicas; y la scuterallis, una notable bolsa de huevos que hace unos días no existía. De momento, salvo que me aconsejéis lo contrario, las dejo igual: en el tubo, con algo de aguazúcar una vez por semana. Quizá las flavus necesiten algún bichito muy pequeño, también. Imagino que a estas dos les queda, por lo menos, un año en idénticas circunstancias.

Llega la primavera. A ver qué sucede.

Un montón de tiempo después, hoy, se me ha ocurrido echar un breve vistazo a Filomena, apartando todo lo que recubre el hormiguero. Su obrera ha forrajeado con alegría estas semanas, así que pensaba que estaría bien.

Filomena ha vivido una aventura constante, por culpa de mi inexperiencia y del invierno demoledor de Burgos. Llegaron ella y su obrera en un tubo de ensayo. Las mudé a un sándwich de arena. Huyeron del sandwich un día que no maté correctamente a un lepisma. Volvieron a un tubo de ensayo. Se mudaron a un hormiguero de corcho sin humedad. Vaya meses.

Pues hoy, si la vista no me ha fallado, he visto una bolita con tres huevos. Bueno, supongo: son blancos, alargaditos, parecen pegajosillos y están junto a Filomena.

Parece que por fin he hecho algo bien. Ànimo, grandota.

Seguimos actualizando el diario, para dejar constancia.

Filomena no ha vuelto a sacar los huevos al forrajeo, como conté -preocupado- en otro hilo. Su obrera sale habitualmente, coge una drosophila o un trozo de tenebrio, los mete en el hormiguero, los saca al cabo de unos días... Tengo el forrajeo lleno de migas de corcho, así que imagino que están redecorando el interior. Confío, también, en que los huevos estén avanzando. Mantengo todo como siempre, y no miro para no estresar.

Las dos colonias de temno siguen en su línea. Las moviditas son un festival de beber, comer, trofalaxiar (verbo invent), darse paseos... Ayer les eché una araña y se la llevaron dentro, y al cabo de un rato sacaron los restos de un grillo de hace semanas que ni recordaba. No quiero ni mirar la que tienen montada dentro del hormiguero. Las otras, las paraditas, siguen aburridas: comen poquito, salen poquito...

En ambos casos (con las temno), eso sí, he tenido bajas por mi culpa: eché una microgota de aguamiel (que nunca había usado) antes de irme tres días fuera y al regresar había dos y una hormigas ahogadas. Tomo nota: supongo que debo mezclar la aguamiel con agua y untarla en una bolita de algodón, al menos con estas especies tan pequeñas, para que no vuelva a pasar.

La minicolonia de messor barbarus que llegó hace poco, de unas 15 con huevos y larvas, se mudaron a un minihormiguero de seta en unos 15 minutos. De esos redondos de AntHouse. En el forrajeo puse una mezcla de semillas (chía, lechuga, quinoa, cosas...) y ha desaparecido. Como tampoco las miro, voy a suponer que están a gusto.

Las que veo menos bien, o bastante mal, son las que están en los tubos de ensayo: la reina crema con muchos huevos y la flavus con huevos y nurses. La crema está un poco off, medio atontada, y prometo que, salvo ponerle una minibolita de aguazúcar en un algodón no le he dado la murga. Parecido con la flavus, a la que he añadido alguna drosophila de vez en cuando (que han desintegrado). Quizá es el frío, la humedad, o qué sé yo. No las toco apenas, no las muevo apenas, no hago nada salvo echar un ojo una vez a la semana. Pero no las veo animadas y me temo que puedo tener malas noticias en breve. Las nurses de la flavus, eso sí, que serán unas seis o siete (imposible contarlas con ese tamaño pulgón) se mueven a toda velocidad y es complicado darles de comer. Es la única especie (y esto es algo que algún compañero mencionó en el foro en tono de broma) que tiene negro, guarrísimo, sucísimo, el tubo de ensayo.

Seguiremos informando

Llevo bastante sin escribir por aquí, pero creedme, amigues, que os leo prácticamente todos los días. Miento: todos los días, jajaja. Lamarabunta representa ese ratito diario de desconexión de la peque, del curro, de los líos humanos en general que me permito a primera hora de la mañana o a última de la noche. Aunque últimamente mi curro tiene bastante que ver con este lugar (obsesión de escritor), pero eso lo dejo para otro hilo.

Una vez más, actualizo el diario para dejar constancia de cómo van las cosas con las hormigas en casa.

HISTÓRICAS

Colonia temno movidita: mudadas a una caja de forrajeo con un trozo de madera hace un tiempo, no he vuelto a verlas. Sé que viven porque la comida desaparece, porque hace un mes la caja se llenó de aladas (algunas murieron pegadas al aceite mineral) y porque no veo obreras muertas, solo restos de madera cada vez más llamativos. Me dan ganas de tener una máquina para radiografiar ese tronquito por dentro.

Colonia temno paradita: cada vez menos paradita, felices -creo- en su hormiguero de corcho. Cero muertes, la comida desaparece... son bastante zen.

En ambos casos -hormigueros sin humedad-, mantengo religiosamente un tubo de ensayo con agua, otro de agua con azúcar, y alterno la alimentación: drosophilas, tenebrios (troceados), nueces y chorradas humanas por probar (jamón, pavo...). Lo cierto es que la comida ultraprocesada les gusta poco.

Filomena: da nombre a este diario, camponotus herculeanus a la que le ha pasado de todo -por mi inexperiencia- y que perdió, como conté en otro hilo, a su única nurse en una fuga incomprensible. Estaban en un minihormiguero de corcho, pero a raíz de dicha fuga, decidí proponerle una mudanza a un tubo de ensayo, que aceptó sin forzar. Ahora el tubo está en un cajón, con poca comida -algodón de aguazúcar, algo de proteína de vez en cuando- y tiene una bolsa de huevos. Veremos.

Lasius flavus: en tubo de ensayo. Bastantes nurses, alimentada con aguazúcar -en algodón- y algún trozo de tenebrio o drosophila de vez en cuando. Diría que van bien, pero tienen todo tan guarro que no pondría la mano en el fuego.

Crematogaster scutellaris: la única de todas que no arranca. Tubo de ensayo, humedad constante y algo de aguazúcar, pero lleva con la misma bolsa de huevos (o una parecida) desde hace meses. La dejo en paz.

ADOPCIONES RECIENTES: MESSOR

En diferentes compras de productos a diferentes tiendas adopté tres reinas de messor: dos barbarus y una capitatus (que es la que, por cierto, predomina en el lugar donde vivo). Llegaron las reinas y dos o tres nurses. Ahora mismo, todavía en tubos de ensayo, las tres tienen una prole importante (muchos huevos, larvas y pupas) y entre quince y treinta obreras cada una. Las alimento con aguazúcar, semillas MUY variadas (chía, lechuga, quinoa, césped, pipas...) y algún insecto esporádico. En los tres casos auguro una mudanza inminente (es un decir: dentro de unos meses, que se acerca la diapausa) a un hormiguero en serio, porque se está volviendo complicado alimentarlas.

ADOPCIONES RECIENTES: CAMPONOTUS HERCULEANNUS

Tal vez insatisfecho conmigo mismo, por cómo podría haberlo hecho en el pasado, adopté otra reina de herculeanus, que llegó con dos nurses. A día de hoy son unas quince -que mucho me parece- y viven en el hormiguero de corcho que dejó Filomena. Es un disparate lo que comen. Mantengo para ellas la misma dieta que para las temno y es como ver desaparecer una casa en un tsunami.

ENCUENTROS EN LA CASTILLA PROFUNDA

Hubo vuelos de lasius sp y camponotus sp, y recogí cuatro y tres de las cientos que inundaron el jardín. Todas tienen huevos, y las camponotus unas larvas enormes con alguna obrera. Tubo de ensayo, oscuridad y, en el caso de las que ya tienen obreras, un mini-algodón con aguazúcar y un trozo de insecto cada dos semanas. Creo que les irá bien, y hasta la próxima primavera, como mínimo, seguirán en el tubo.

En todos los casos, aprendiendo de los maestros de este foro, estoy desarrollando una estrategia de DONT DISTURB. Solo echo un ojo en serio cada 10-14 días, excepto en el caso de las messor, que vigilo el agua cada semana, aprox. Y, efectivamente, funciona: no solo no hay muertes, sino que todas las colonias crecen.

Seguimos.

Más o menos un mes después del último post, escribo este sin nada que aportar. Suena un poco melancólico, pero es así. En estas tierras las temperaturas se pusieron feas hace semanas (hablo de máximas de 7 y mínimas, según el día, de hasta -2) y eso se ha notado en las criaturas que viven con nosotros.

La buena noticia: cero muertes. Digo cero en total, nurses y obreras varias incluidas. Desconozco si pasan frío o hambre, pero están vivas todas. Claro, con este bajón climatológico el consumo es mínimo: ni agua apenas, ni aguazúcar, ni mucho menos proteínas (que he eliminado esta semana de la dieta). Como sonámbulas.

La mala noticia: tengo siete tubos de ensayo sin agua y a la luz conectados a otros tantos tubos de ensayo limpitos, con agua y a oscuras, a la espera de que sus habitantes decidan PASARSE AL OTRO LADO desde hace un mes, más o menos. Y nada. Están panchísimas. Sufro solo de pensar que la gata o la niña abran la puerta y les metan un meneo. Pero es que no se mudan.

Así que nada, paciencia.

Las risas vendrán dentro de un mes, más o menos, cuando nos mudemos. Digo los humanos, que nos vamos a vivir a Cantabria. Eso prometo contarlo con fotos y neuras. Tiemblo solo de pensar en el viaje.

Abrazo grande

Compruebo ahora que nunca hice el relato de la mudanza, pero tampoco tuvo tanto interés: caja, algodón por todas partes, otra caja, más algodón… Desde luego, lo pasé peor yo que ellas.

Aprovecho estos días de calor y mirmecofiesta en casa para ir actualizando el estado de las minicolonias, a ver si puedo incluir fotos.

Aunque las temno moviditas no creo que sean mini (para ser temno): hoy he contado unas 75 aladas flotando en el hormiguero, y llevan con esta marcha varios días. Desconozco el estado de la colonia (viven dentro de un trozo de madera), pero se comen las drosophilas de 20 en 20 en minutos, así que vamos a pensar que están bien. En la foto no se ven todas porque se mueven mucho, pero hay momentos que asusta ver tanto alado intentando escapar.

Las temno paraditas siguen, bueno, paraditas. Excepto para comer. Vinieron unas 15, y ahora la prole es más que considerable; claro: son tan pequeñitas (como la mitad de las otras temno) que ni con el móvil se ven, y tardarán en ocupar -si llegan a hacerlo- la segunda cámara del hormiguero, pero estoy muy satisfecho con su crecimiento.

Me gusta mucho esta foto porque se ve de todo: huevos, larvas, pupas, obreras, reina… Lo genial es que en realidad ocupan el espacio de mi pulgar, poco más…

Actualizando, que es gerundio.

Ha habido muertes. Muertes dolorosas. Algunas de las reinas de messor que capturé y que nunca llegaron a poner huevos. En algún momento de estos meses, pluf, tiesas. Las otras, por suerte, las que sí pusieron huevos, van a toda máquina. Demasiado, diría, para mis capacidades, pero es que el calor ha sido tan intenso que supongo que se han crecido, y he tenido que mudarlas fuera del tubo porque era imposible meterles una maldita semilla.

Las temno siguen como siempre, y las camponotus, despacito, siguen creciendo (en tubo). Una de ellas me ha sorprendido con hasta diez capullos, así, de golpe.

Pero bueno: el drama es que Filomena ha muerto. Os conté que, como estaba sola, le puse una larva y un capullo de otras camponotus: nunca salieron adelante, no sé por qué. Hace unos meses la trasladé (por una cuestión de espacio: para que estuviera más recogida) a una cápsula de una tienda que siempre tiene buenos productos, y que no voy a mencionar para no incumplir la normativa del foro. Y no sé si es que soy muy inútil, que seguramente, pero las dos reinas de camponotus que tenía en sendas cápsulas han palmado. No vuelvo a usarlas.

Ayer repartí alegremente las últimas blápticas que me quedaban, y creo que será la última proteína que les dé hasta después de la diapausa, que estamos casi llegando a octubre. Aunque si el verano sigue y termina durando seis meses, como parece, que menudo disparate el cambio climático, quizá reviso esto.

En fin. Perdóname, Filomena. Te lo digo de verdad, porque sé que estarás en el cielo de las hormigas.

Bueno, amigos

Después del parón invernal, vuelvo por aquí con la alegría de una hormiga que sale al forrajeo y se encuentra una semilla de chía y un trozo de blaptica. (Quizá estoy exagerando, que soy autónomo, jaja.) Han sido meses, en general, tranquilos: agua y poco más. Ninguna sorpresa, excepto hace una semanas, que algo pasó con uno de los hormigueros de seta y las hormigas se mudaron al tubo de ensayo con agua, pero duró un par de días.

Todas las reinas siguen vivas, apenas ha habido bajas en las obreras. Y como ha llegado la subida de las temperaturas (al menos por Cantabria), esta semana he empezado a reponer agua con azúcar, incluir proteína y darles vidilla. Y tan felices, parecen.

Me pongo al día con los mil posts que no he leído. Abrazo grande