Querido Diario: He sido capturada.
La celda que me asignaron es de superficie circular y totalmente transparente. Después de una minuciosa revisión, no veo posibilidad de fuga, no tiene orificios, ni materiales escavables. Solo dispongo de un colchón de papel mojado. Tanta claridad me resulta molesta, por eso ocupo mi tiempo rompiendo pedazos pequeños de papel y pegándolos por paredes y techo. Pero es inútil, la luz entra por todas partes.


Mi futuro es incierto. Podría morir en cualquier momento, no tengo la certeza de poder culminar con éxito la fundación de mi propia colonia. Sin embargo, voy a intentarlo. Considerando que el éxito de nuestra especie radica en el trabajo colectivo, intentaré tener descendencia lo antes posible, cuando seamos más, tendremos mayor posibilidad de sobrevivir y de escapar. Si lo logramos, quiero que mis sucesoras sepan como empezó todo, por ese motivo empiezo este diario, aquí contaré mi historia. Nuestra historia.
En la colonia donde nací me llamaban Princesa Ana.
No tiene sentido narrar el tiempo vivido en la oscuridad, creciendo y soñando con el exterior, con la luz, con volar. Las terribles leyendas sobre depredadores y demás peligros nunca me asustaron. Eso no me pasará a mí, pensaba ingenuamente, mientras me hablaban de las desfavorables estadísticas.
La verdadera vida, empezó para mí al casarme con Frank, porque no se vive hasta que no se vuela.
Frank y yo, nos conocíamos desde pequeños y ya llevábamos algún tiempo intercambiando feromonas secretas. En un hormiguero no existe la privacidad, por eso nos conformamos con esperar pacientemente nuestro momento. Planificamos con meticulosidad el día del vuelo nupcial. No podíamos arriesgarnos a ser parte del caos. Llegó el día esperado, la excitación era total en toda la colonia, alados de un lado para otro, obreras ultimando detalles. Nuestra madre la Reina, trataba de despedirse de cada una de nosotras, muy emocionada, nos deseaba éxito.
Horas después llegó mi momento. Al fin pude ver la luz al final del túnel y avanzar hacia ella. La luz fue creciendo hasta envolverlo todo. El mundo exterior. Sin perder tiempo desplegué mis alas y volé.
continuará...
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