La coloque en un frasco de cristal con algo de tierra de la misma maceta, hice un par de agujeros en la tapa en los que introduje dos tubos de plástico, uno para introducir agua y el otro para aireación.
El 30 de agosto ya tenía dos obreras, luego parece ser que tardó un mes y medio.
Saque como pude la reina, las dos obreras y dos larvas que puse en un hormiguero tipo sándwich.


Este hormiguero esta hecho de un fondo de madera tipo panel y una cara delantera de metacrilato. Están pegados con cola de impacto a un marco de listón de madera de sección cuadrada de un centímetro de lado. La tierra es arena obtenida en un parque infantil y esterilizada con un minuto en el microondas al máximo.
El listón superior esta suelto (por lo que pueda pasar) y tiene tres orificios para introducir tres tubos de goma de 0’7 cm de diámetro externo. Uno conecta a una caja de forrajeo al cual no les da la gana ir (el tubo tiene unos 25 cm de largo), el segundo permite introducir agua para humedecer y el tercero posee un algodón en un extremo que permite introducir agua con azúcar.

En el trascurso de los días las hormigas han construido dos nidos que alternan según la humedad de la arena, material que se seca con mucha rapidez.
Actualmente hay unos dieciocho huevos y unas pocas larvas.
Les suministro polillas que introduzco en el hormiguero pues no quieren ir hasta la caja de forrajeo.
Un problema que ha aparecido es el de que la arena que forma la capa superior ha formado un estrato estable mientras que la arena de la parte inferior y que suele permanecer seca sufre un lento proceso de compactación que hace que entre ambas capas aparezca una grieta de extremo a extremo que cada vez es más ancha.

Por cierto que las fotos son difíciles debido que el autofoco de la cámara se para en el metacrilato y debido a la poca profundidad de campo quedan generalmente desenfocadas.

