Saludos a todos.



Mila es una reina solenopsis cuya variedad todavía no se ha identificado, fue capturada el día 21 de diciembre del pasado año 2017 y fue encontrada sin alas. Enseguida demostró ser la más rápida ponedora de todas las aspirantes que capturé, incluso más rápida que Guadalupe mi pheidole sp que encontré el año pasado en fechas similares. Mila no tardó ni un mes en tener un montoncito de varios huevos que incluso le superaba en altura. Es sensible a la luz, aunque no tanto como camponotus, por ejemplo. Prefiere quedarse donde le cubre el papel rojizo y cuando la saco tiende a ponerse nerviosa, aunque al momento se calma y sigue con sus tareas.



Ayer en la mañana, los capullos que logró desarrollar comenzaron a tornarse marrones y, ya por la noche, la primera nurse nació. Esta mañana, otro par de nurse estaban despiertas y listas para enfrentar al mundo. Si bien parece demasiado pronto, les dejé un mosquito para despertar sus instintos y alimentarlas, pues a Mila no le di agua azucarada desde que la capturé y después de tal cantidad de puesta, quizás tenga hambre.

Al final del día, les quité el mosquito para que no ensuciara el ambiente, y es que estas chicas parecen ser muy limpias con su entorno, tienen un sector lejos de los huevos y muy cerca de la tapa de algodón donde dejan toda la basura, igual a como hacen mis brachymyrmex.

Ahora, tres días después de que las primeras nurses salieran, me di cuenta de la presencia de un huevo o pupa de mayor tamaño en comparación con los que dieron nacimiento a las primeras obreras y los demás que están alrededor de la reina.





Tengo otra clase de solenopsis en otro tubo de ensayo, que ni siquiera ha puesto huevos fertilizados (está rodeada de puntitos blancos dispuestos al azar que ni siquiera se preocupa de amontonar, por lo tanto se me ocurrió que serían tróficos). ¿Podría ser que Mila ya está tratando de tener a su primera mayor? ¿Tan pronto?

¡Buenas noches a todos!

Espero que los que están de este lado del charco no estén sufriendo mucho por el calor, y los que están del otro lado que no estén muriendo de frío pues.

Actualizo este diario con algunas novedades protocolares, pues no pasó mucho tiempo desde la última vez que aporté noticias.

La colonia de la reina Mila está avanzando muy bien. La primera puesta vio su nacimiento nada menos que después de pasados apenas quince días de la captura de la reina, y ahora están tan activas como sanas correteando por el tubo de ensayo.


Son alrededor de seis o siete obreras de tamaño pequeño, algo así como dos o tres milímetros. Son muy enérgicas y sensibles a cualquier movimiento, sienten hasta cuando le quito el tapón de algodón al tubo y saben que eso significa comida, así que enseguida se lanzan a la exploración. Como no comieron el primer mosquito que les ofrecí, hace un par de días les puse una mini gotita de agua azucarada, muy pequeña porque ellas son muy pequeñitas y no quería que se quedaran atrapadas en lo pegajoso. No tardaron en hacerla desaparecer, pero me di cuenta de que la reina no puso tantos huevos como al comienzo después de la primera puesta, así que pensé en que debería evitar darles demasiada agua con azúcar e insistir con los mosquitos que son proteína, que ayudará a la reina a generar más crías. Por suerte, los dos mosquitos que les ofrecí posteriormente sí les gustaron y los comieron sin problemas.

Así es como se ve su ambiente:


Con ellas no tengo que preocuparme mucho por limpiar, puesto que ellas mismas apartan los restos de sus presas y cualquier basurita que quede por ahí. Eso si, todo depende de hasta dónde les llegue la luz, porque no van más allá del borde del papel celofán rojo para dejar la basura, así que conviene mantenerlas cubiertas enteramente o dejar sólo una pequeña rendija en la zona más cercana al algodón que funciona de tapa.