
Tras un invierno frío y húmedo, las lasius flavus que tenía lamentablemente murieron. Sólo me queda una minicolonia de Messor Capitatus que me regaló Juanpedro, para que la tuvieran los chavales de mi madre en clase, que es profesora. Una cosa llevó a la otra y ahora están en casa.
No hay mucho movimiento, están siempre todas juntas, medio dormidas, pero su majestad Messor tiene una pelota de huevos y una larva bastante grande.
He aquí una foto sacada con mi móvil de gran calidad(nótese el sarcasmo):

Para alimentarlas, les doy semillas de alpiste para pájaros, y unas gránulas de 1 gramo para peces de agua dulce, ricas en proteínas y fibra.