¡Saludos a todos!

A finales de diciembre del año 2017 me puse en campaña para capturar una reina camponotus de la colonia que vive en el buzón de las cartas, en mi casa. Fue difícil dar con la fecha exacta de los vuelos, estuve vigilando constantemente hasta que vi machos alados en la parte superior del buzón, inspeccionando el área y, finalmente, lanzándose a volar. Poco más tarde aparecieron las hembras durante un período de tiempo muy corto, pero luego de perseguirla por todos lados (son muy escurridizas), logré atrapar a una que había perdido las alas. Luego, al cabo de un par de días, acabé encontrando un total de 4 reinas camponotus que se aparecieron afuera de mi casa...

Corintia no tardó en acomodarse en el tubo de ensayo donde la puse, con diferencia de las otras que parecían nerviosas en espacios reducidos, así que las puse en contenedores más grandes (a los que mojo constantemente el algodón con una jeringa con aguja, ya que no tiene reserva de agua). Pronto consiguió poner un par de huevos que, a la larga, se transformaron en uno solo. Anteriormente tuve una camponotus de comportamiento similar, pero que falleció dejando su capullo sin desarrollar y, lamentablemente, las nuevas reinas llegaron demasiado tarde como para entregárselos. Temí que con Corintia pasara algo similar, pero me tranquilicé al ver que, después de desarrollar al primer capullo (que aun no es nurse), puso varios huevos más de los cuales ya se han desarrollado algunos.



Al parecer, está bien atendida.

¡Buenas noches a todos!

Después de algunos días de permitirle descansar en la oscuridad, Corintia tiene buenas noticias.
Como esta reina pertenece a la especie de camponotus mus, todos los que sabemos un poquito más del mundo de las hormigas estamos conscientes del trato especial con el que hay que manejarlas porque son muy sensibles a la luz, y además son muy rápidas, así que todo debe ser suave y delicado con ellas. A la primera alerta de ruido o movimiento, Corintia toma el primer capullo que tiene más a mano o un manojito de huevos que siempre están pegaditos, y se lo lleva a cualquier parte, literalmente cualquier parte, porque no busca refugio específicamente, sino sólo huir con su prole.

Lo primero es que tras unos veinte días apróx, esta reina logró desarrollar a su primer capullo que pronto se convirtió en la primera nurse. Fue un orgullo y una alegría ver que, al fin, una camponotus mus de las que atrapé logró engendrar exitosamente. Igualmente quedaban unos tres capullos sin abrir entre las reservas, pero para los que criamos estas hormiguitas sabemos que son sólo pequeñas esperanzas, es que en cualquier momento podrían desaparecer sin dejar rastro o no abrir jamás. Así son ellas, hay que irse con calma, pero la suerte nos sonrío y nos dio dos nurses más, así que Corintia empezó su familia con tres obreras.


En esta foto sólo se ven dos, muy activas y sanas, por cierto.

La mala noticia vino ayer en la noche, cuando fui a echarles un vistazo para comprobar su estado. Antes de ayer les di una gotita de agua azucarada porque no habían comido nada aun, y las hijas necesitaban energía para asistir a su madre, si no comían nada pronto podrían empezar a ver con hambre a los huevos y capullos que cuidan. Después de tratar de atacar a la jeringa, una de las nurse (la más ruda al parecer ) encontró la comida y empezó a repartirla a su colonia con tal velocidad que se la acabó en un par de minutos, así que le di una gotita más (gotitas muy pequeñas que salen de la punta metálica de una jeringa hipodérmica). Todo parecía ser bien positivo, hasta que encontré a una nurse muerta. Me extrañó, porque no vi ningún comportamiento extraño en ninguna de las chicas, a sabiendas de las plagas extrañas que podrían afectar a esta especie en particular (las más frecuentes, me refiero), como la enfermedad que les da y que les impide moverse. Tal vez la muchacha no era completamente apta, pensé, y espero que esa sea la razón para evitar otras más graves.

De todos modos, la colonia sigue viéndose tan saludable como el primer día de las nurses, así que me inclino a pensar que todo está bien.