Buenas amigos, antes de nada, avisar que seguramente este diario terminará mal, pues es difícil criar a esta especie en cautividad.
El sábado 25 me topé con una reina en la zona de la Casa de Campo de Colonia Jardín, y me animé a capturarla. Hace unos años Joao me dio un buen consejo para la cría desde reina de estas especies del grupo Albicans, y es que hay que añadir a la reina una obreara pequeña cada noche, así hasta 3 ó 4, pues según sus observaciones, estas reinas, salen de noche a secuestrar una obrera de alguna colonia cercana y se la quedan, así que en realidad no empiezan de cero, sino con unas pocas obreras adoptadas. Ya tuve buen resultado con este método hace unos años con unas Cataglyphis rosenhaueri, pero en aquella ocasión se me escapó la reina por un despiste mío y no la volví a ver.
Así que me ocupé de capturar cuatro obreras, todas de la misma colonia por cierto:


Y se las he ido añadiendo una cada noche, a la reina la tenía en un tubo tapado con papel aluminio, y la nueva obrera la ponía en otro tubo, boquilla con boquilla.
Hoy me he decidido a mirar a ver cómo estaban y me he llevado la sorpresa de que hay solo tres obreras, luego una se habrá escapado, quizá cuando añadía otra, a pesar de que he tenido mucho cuidado, ya sabéis que estas hormigas son muy rápidas. Otra agradable sorpresa es que la reina ha puesto huevos.


Mañana trataré de poner el tubo dentro de algo que les sirva como zona de forrajeo, pues estas hormigas necesitan estirar las patas y por supuesto alimentarse.
Y ya os iré contando cómo evolucionan.

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Pues hoy las he trasladado a su nueva casita, y he cambiado el papel de aluminio por celofán rojo para poder ver algo.
después la he puesto agua con azúcar, dos de las obreras han estado explorando y bebiendo bastante y también han alimentado a la reina.

Estas veloces pequeñuelas siguen perfectamente bien, tanto las 3 obreras como la reina. Las proporcioné una araña como alimento y la han aprovechado bien. Los huevos ya se están convirtiendo en diminutas larvitas.

Bueno pues ya os anuncié que el diario no terminaría muy bien, aunque tampoco ha terminado del todo mal. Últimamente la cosa iba de mal en peor, las obreras se morían, las larvas desaparecían, la reina no hacía otra cosa que intentar escapar... Así que hoy me he decidido dejar a la reina en libertad y darla la oportunidad de buscarse la vida, pues la pronosticaba una muerte segura aquí en cautividad.
Fin del diario.