
Aquí un amigo también aficionado al diminuto mundo de las hormigas.
La verdad os felicito por la página ya que les aseguró que si no es la única en este tema por lo menos es una de las mejores. Por ello me he animado a contarles mi experiencia la cual espero os interese.
Hace más de un mes se me ocurrió la zafada idea de conocer cómo es la vida en el interior de un hormiguero por lo que ingrese a la web y me encontré con LAMARABUNTA. Con toda la información que aquí facilitan me animé de inmediato a intentar crear mi propio hormiguero entre las diferentes opciones que presentan. Luego de leérmelo todo, me decidí por seguir el “método” por así decirlo, con envase de plástico, de estos de envase de 100 CD’s y yeso en lugar de arena, ya que es más limpio y controlable que las otras opciones. Siguiendo los consejos de la cantidad de agua y yeso precisas para lograr la consistencia del molde para luego trazar los agujeros con una cuchilla, haciendo cada parte, el área de forraje, la cámara de la reina, el agüero siguiendo como diseño la forma del cuerpo de una hormiga con las patas como pasillos y otra área con cámaras cuadriculares (como las que mostráis en las imágenes) añadiendo algo de musgo seco para asemejar la hierba en el área de forraje. Ya cuando estuvo listo para recibir a las inquilinas me dispuse a escoger una de las más de siete especies de hormigas que he identificado en los alrededores de mi casa. Por lo que sucedió más adelante, todo fue un proceso experimental que resumo para vosotros así…
Primera semana: Me decidí por una especie de hormigas “guerreras” que resultaron ser demasiado inquietas ya que se escapó la mayoría de ellas la primera noche de estadía. Luego identifique una de menor tamaño que estás, medianas por así decirlo, que parecían más hogareñas. Al descubrir su agujero en un macetero del patio de mi casa escarbe la tierra consiguiendo exitosamente una colonia inicial de 5 obreras (o nurses) una reina (sin alas curiosamente) y tres larvas en gestación las cuales parecían cada una en diferentes etapas de desarrollo que no puedo precisar. Parecieron adaptarse inmediatamente sin resistencia aunque solo usaron las cámaras pequeñas; la que supuse para la reina no la han usado nunca.
Segunda semana: La alimentación resultó un reto al no prever que las migajas de pan duro se descompondrían en moho poco tiempo después con la humedad del interior. Migajas que almacenaron en pequeñísimas bolitas que se enverdecieron, obligándolas a mudarse al área cuadricular del hormiguero en donde trasladaron a la reina y a las tres larvas.
Tercera semana: Pensando en mantener la humedad colocándolo en un lugar fresco de la casa, se presento una condensación que opacó la visibilidad por varios días. Las obreras siguieron cuidadosamente cuidando las larvas.
Cuarta y última semana: A causa de un descuido un intruso de otra especie (cocarachus) ingreso por el orificio de aire al área de forraje siendo aniquilado inmediatamente. La primera de las larvas finalmente nació resultando ser una “princesa”. Aun quedan dos por nacer y se mantienen las cinco en la cámara de la reina, mientras una obrera siempre está trabajando en el aseo de los pasillos, los cuales ha bloqueado con hojillas de musgo haciéndome pensar que no gustan de mucho espacio innecesario después de todo.
Esto ha sucedido apenas en un mes de exitosa experimentación y no puedo imaginar que sucederá los siguientes meses en que las demás larvas podrían resultar ser un zángano que podría fertilizar la futura reina, o de qué pasará cuando la princesa se convierta en otra reina y si habría sobrepoblación.
Esta ha sido mi experiencia, imagino que parecido a lo que vosotros habéis experimentado, o estáis esperando.
Me gustaría ver vuestros comentarios hormigo-adictos, pronto!!!
