La base del hormiguero es un tronco de madera de unos 22 cm de diámetro. En la tapa superior he excavado las cámaras y galerías haciendo taladros y luego con formón y martillo.

Hago un corte perimetral para evitar que se raje el tronco entero cuando lo desbaste en el siguiente paso.

Lo siguiente es, como he dicho, desbastar la parte superior del cilindro. Este desbaste no es estrictamente necesario, sino que lo hago porque quiero que el tronco sea aproximadamente circular en su parte superior. El tronco natural tiene sus irregularidades naturales.

Por último (para esta parte), lo lijo para que quede lo mejor posible. También he lijado la base superior para cuando, más adelante, ponga el metacrilato:

Ahora la sala de forrajeo. En un principio iba a ser el hoyo más grande que se ve en el tronco, pero después decidí externalizarlo. Para ello, utilizo otro tronco circular más pequeño, y le doy forma de luna. Ya se verá más adelante que esto precisamente es un problema, y tendré que sustituir esa sala de forrajeo.

En la siguiente foto se ve cómo quedaría presentado en su sitio:

Esta caja de forrajeo está excavada en su tapa, como se ve en la siguiente foto. Además, la parte superior está rebajada para que encaje perfectamente la tapa de plástico. Para encajarla en el tronco grande, dos taladros y un taco de madera.

Sistema de humedad: haciendo un taladro que conecte la cámara más honda con el exterior, meto un tubo hueco, que será por donde meta el agua con una jeringa.

En esa misma cámara donde va conectado el tubo, le meto un puñado de perlita, que conserva la humedad.

Posteriormente, se rellenan cámaras y galerías con escayola. La perlita queda debajo de la escayola, claro.

Se coloca la tapa de metacrilato encima. De ahí la importancia de haber lijado bien la base superior del tronco, para que encaje plano. El metacrilato lo corté con serrucho para hierro, muy despacito para que no quiebre, y después limado el canto del meta. Para fijarlo, le pondré cuatro tornillosn con las arandelas correspondientes para que se reparta el esfuerzo. Y para abrir el agujero en el metacrilato, como se ve en la foto, lo inicio con el berbiquí.

La siguiente foto muestra un detalle del acceso a la sala de forrajeo: un agujero con el taladro que la conecta, y sellados los recovecos con escayola (este sistema no funciona, por eso lo cambié).

En esta otra foto se ve el problema. De hecho, metí una hormiga para hacer la prueba y efectivamente: no tardó en encontrar la salida. Traté de apañarlo con escayola, pero el problema consiste en que cada vez que quito y pongo la tapa de plástico de la sala de forrajeo,tengo que sujetarla fuerte con la mano (porque va a presión), y se acaba resquebrajando cualquier ñapa que le haya hecho.

Aquí se ve cómo queda al final el tubo. No está encajado a presión, así que también le entrará algo de aire por ahí.

Ya está terminado, a falta de la mejora de la sala de forrajeo:

Sustitución de la sala de forrajeo. El defecto de diseño consistía en que había fugas, por la deficiencia de la junta entre el tronco grande y el tronco pequeño (sala de forrajeo). Ambas piezas no encajaban bien, y la causa principal era que, al mecanizar la pieza tan artesanalmente (eufemismo que significa "chapuceramente"), siempre quedaría un hueco por donde se escapa alguna hormiga. Solución: eliminar la superficie de contacto entre los dos troncos. Para ello, corto un nuevo tronco pequeño para sala de forrajeo y le hago lo mismo que al anterior, pero esta vez dejándolo circular, completo:

Hago sendos taladros en los troncos y los conecto mediante tubo de plástico flexible, que encaja a presión (y así no quedan huecos y, por tanto, no habrá fugas):

Por último, lo recubro todo con escayola, lo mejor posible. Se trata de que las hormigas no tengan acceso a la madera, sino que sólo se podrán mover por las zonas que están cubiertas de escayola.
Nota: ya había subido este tema al foro, y misteriosamente desapareció; he leído que puede ser porque se "desloguea" antes de enviar, pero no debe ser el caso, porque otros usuarios lo vieron y, de hecho, lo comentaron. Sea por lo que fuere, uno de los foreros, Álvaro, y creo que alguien más, me decía que se me escaparán las hormigas al abrir la tapa. Y es verdad, no había pensado en ello, porque me imaginaba que abriría la tapa cuando no hubiese ninguna hormiga en la sala de forrajeo, pero cuando tenga bastantes hormigas, eso será difícil, por lo visto. Para solucionarlo, me propusieron (¿o se me ocurrió a mí? no lo recuerdo) hacer un agujero en la parte superior de la tapa de la sala de forrajeo y poder alimentarlas por ahí. Esta me parece la mejor opción, así lo haré y ya os lo enseñaré.
Otro forero me decía que la madera se acabará pudriendo a base de meterle agua por el tubo. Es cierto. Pero bueno, no lo he hecho para que dure para siempre.