Durante estas fiestas por fín he tenido tiempo para dedicarme a hacerles un nido a mis hormigas argentinas. He optado por una variación de éste, pero teniendo en cuenta el tipo de colonia que iba a habitarlo, es decir, muy numerosa, y no la típica reina con unas decenas de obreras como mucho... Por ello pensé que con una única cámara no era suficiente. El resultado es el hormiguero cuya construcción os explico a continuación.
He usado un bote tipo tupperware comprado en un "todo a cien", redondo y totalmente transparente (incluida la tapa!), como de un palmo de diámetro y unos cinco dedos de altura (es decir, grandecito!). Hubiera querido que fuera cuadrado o rectangular, pero no encontré ninguno con la tapa transparente, y me interesaba que así fuera dado que al ser un nido plano es aconsejable que sea visible desde arriba, y si para éllo no hace falta destaparlo, mejor

Compré un marco de fotos de ésos cutres y asquerosos también en un "todo a cien", sólo para conseguir un cristal del tamaño deseado. El resto del marco lo tiré a la basura

Para realizar el nido, el primer paso fue rellenar el tupperware con una capa de escayola. La hice de un poco más de un dedo de espesor para evitarme posibles roturas al manipularlo para construir el nido, y para que así pesara más y diera estabilidad al conjunto. Realicé una mezcla de escayola bastante espesa para que así pudiera depositar el cristal encima sin que se hundiera. El objetivo era que una vez seca quedara un agujero donde encajara el cristal de forma exacta.
En las siguientes fotos se ve esta primera parte del proceso:



En la primera se observa la escayola secándose con el cristal flotando encima. Para ponerlo sobre la escayola es importante hacerlo de forma que el cristal se deposite de la forma más plana posible, pues sinó se hundiría o se cubriría parcialmente de escayola. Usé una ventosa para conseguirlo, de forma que el cristal quedó flotando sobre la escayola, pero sin sobresalir de élla, es decir, al mismo nivel que la superficie de la escayola.
Una vez seco, el cristal se retira con facilidad, quedando un hueco en el que encaja a la perfección (segunda foto). Se observa uno de los problemas que encontré: es casi imposible evitar que quede aire debajo del cristal, formándose burbujas. Pero es un mal menor teniendo en cuenta que ahí precisamente irá el nido, y siempre se puede adaptar su diseño para que coincidan las burbujas grandes con las salas o galerías

En la tercera foto se ve el grosor de la capa de escayola respecto a la altura del bote. Es importante que quede bastante espacio entre la superficie de la escayola y el borde superior del bote para poder instalar las barreras protectoras (talcohol) que me permitirán tener el nido abierto con riesgos mínimos de fuga.
Una vez hecho ésto, pasé a diseñar el nido en sí. Para éllo dibujé primero un croquis en un papel, para tener una idea clara de lo que quería conseguir antes de ponerme a trabajar la escayola:

Como mis anteriores nidos fueron "criticados" por ser demasiado "geométricos", esta vez opté por formas "orgánicas" más naturales


El proceso de creación del nido es el más tedioso y delicado. De hecho lo realicé en varios días, manteniendo entre tanto el bote cerrado para que la escayola no se secara. En total habré invertido unas 4 o 5 horas. El sistema de modelado de la escayola es el clásico: con destornillador de punta plana y rascando

En las siguientes fotos se ve un instante del proceso de creación:


El procedimiento que yo uso es el siguiente: primero reproduzco sobre la escayola el croquis del nido, rascando con el destornillador. Luego, punzando con éste profundizo dicho dibujo. A partir de ahí, voy cavando en las zonas donde irán las salas y pasadizos. En un principio lo hago sin preocuparme de que quede bien, sólo de no cavar donde no toca! A éllo ayuda el dibujo profundo del nido que he realizado al principio.
En la primera foto se ve un poco las distintas fases: a la derecha sólo el dibujo del nido (fijaros que he dejado las burbujas grandes en zonas excavables). Arriba a la izquierda el dibujo más profundo. Abajo en el centro una zona a medio excavar sin pulir, y abajo a la izquierda una zona ya bastante pulida. En la segunda foto se ve un detalle más de cerca donde se ve que tiene un aspecto lamentable. Éllo no debe desanimar a nadie, pues le falta todavía mucho trabajo, y al final un pulido general para nivelar suelos y paredes. El último paso es repasar todo a conciencia con un pincel humedecido que suaviza los defectos, elimina partículas sueltas y tapa agujeritos.
El resultado final es éste:



Se observa el nido al completo, con sus dos entradas. En la foto central se ve un detalle en el que se observa que la perfección absoluta es muy difícil de conseguir


Sólo un par de comentarios más: es importante marcar de alguna forma la posición de la escayola dentro del tupperware antes de sacarlo. Por desgracia no suelen ser perfectamente simétricos y luego podeis tener problemas al volver a meter la escayola dentro si no se hace exactamente en la misma posición (ésto vale para todos los nidos de escayola/yeso dentro de botes). Lo mismo sucede con el cristal. Y por último decir que tuve que hacer un agujero a la base del tupperware porque sinó no había forma de volver a introducir la escayola. El agujero permite la salida del aire y que todo encaje.
Ya sólo me queda trasladar las hormigas... Pero ésto es otro tema, y lo haré en cuanto pueda


