Realicé una experiencia el verano pasado al respecto con resultados muy interesantes, os cuento: tenía una pequeña colonia con obreras, larvas y huevos de tapinoma en un bote pequeño, con sustrato de tierra. Hice un pequeño agujero con una broca pequeña, de modo que las obreras podían salir y la reina no (al menos esa era la intención inicial).
El pequeño bote con la colonia lo puse sobre un tiesto pequeño de rosal enano que compré, aprovechando que tenía pulgones y manchaban las hojas con melaza, y para que no se salieran 'del tiesto', puse este sobre un soporte situado sobre una plataforma con agua, de modo que el tiesto para las hormigas era como una isla. Se veía una gran actividad que las animaba a criar mucho mejor que antes y se preparó una gran colonia en semanas.
Las hormiguitas se lo pasaban bomba trepando por la planta y lamiendo las secreciones azucaradas que los pulgones echaban sobre las hojas, incluso se merendaron la mayoría de los pulgones.
Pero un diá me di cuenta que toda la colonia, incluida la reina se había trasladado a la tierra del tiesto.
Mi siguiente preocupación fue recobrar el control de la colonia, lo que logré 'invitándolas' a colonizar un tubo de ensayo con humedad y oscuridad, y dejando la tierra sin humedad.
Lo conseguí, y ahora las tengo en ese tubo de ensayo, que esta en un bote de los de los bombones de Ferrero; ahora no tienen cría y llevo meses sin ver a la reina, así que espero y supongo que estará escondida, ya que no se ven cadáveres en el bote. También os cuento que están infectadas por unos acaros pequeños que los llevan pegados al cuerpo; son planos y alguna puede tener más de cuatro (son parecidos al tamaño de un ojo y oscuros, recuerdan al aspecto de una tortuga), y los llevan sin molestias aparentes y sin notar su presencia...

IglesiaZ