Cuando vemos una hormiga bajo la lupa, puede parecernos que están desastrosamente hecha; unas espinas por aquí, pelos por allá, machos pupoides. Pero lo cierto es que todo parece tener un sentido evolutivo. Es el caso de las hormigas del género Goniomma, las cuáles tuve la posibilidad de observar la semana pasada en una pequeña población de Alicante. Se colocan en la entrada del hormiguero sin apenas sacar la mitad de la cabeza, protegiendo el hormiguero. A simple vista, parece que no deben de ver nada, pues únicamente asoman las mandíbulas, pero no hay más que fijarse en la peculiar forma de los ojos; alargados y casi tocando las mandíbulas. Esto significa que realmente están viendo lo que pasa en el exterior, y tienen menos posibilidades de que otro insecto agarre la cabeza de ésta. La relación entre este comportamiento y la forma de los ojos también ha sido comentada por ROBERT E. GREGG (1953) para el género Temnothorax.
Simplemente una curiosidad. Saludos!

Ahora tengo ganas de encontrar un hormiguero de Goniomma...

Gustaria verlas en foto, muy buen aporte

Me encantan este tipo de curiosidades

Lo de los machos pupoides es ya el límite

Habrá que fijarse!!