Todo ocurría a una velocidad vertiginosa, y en vano intenté fotografiar o filmar el acontecimiento. Enfoqué la cámara, un poco al azar, sobre la zona que sobrevolaba el insecto, colocando en el objetivo una lente macro de 8x. La puse en modo video a cámara lenta (300 fps) y la dejé grabando 10 minutos. Tras visionar el video y extraer los fotogramas, apareció borrosa y casi espectral la figura de lo que sin duda corresponde a un microhimenóptero parásito:

Recuerdo a bote pronto que hay al menos dos géneros de avispas que parasitan a Cataglyphis en nuestras latitudes: Kollasmosoma (Braconidae) y Eucharis (Eucharitidae). Estas últimas tienen un comportamiento forético: las hembras ovipositan sobre la vegetación, donde las larvas eclosionadas esperan la llegada de obreras para engancharse a ellas y así ser transportadas al interior del nido. Allí parasitarán a las larvas. Kollasmosoma, sin embargo, pertenece al único grupo conocido de avispas (tribu Neoneurini) que endoparasitan a hormigas adultas, ovipositando en los gastros de las obreras.
Puestos a especular, y de acuerdo con el comportamiento descrito, apostaría por Kollasmosoma. Habrá que seguir observando, cazar una de estas avispas y que algún experto la determine…